Archivo

comunicación

¿Dónde iremos a buscar modelos?

La América Española es original, originales han de ser

sus instituciones y su gobierno y originales los medios de fundar uno y otro.

O Inventamos o Erramos.

 Simón Rodriguez

radiocomunitaria

Revisando algunas publicaciones acerca del impacto que hasta ahora ha tenido la #LeyTelecom, me encontré con el artículo de @majosiscar sobre el amparo que interpusieron hace 3 semanas ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, cinco radios comunitarias que afirman que, aunque la reforma de Telecomunicaciones reconoció por primera vez la figura de “radios comunitarias”, “atenta al derecho de los pueblos a la información”, según la Asociación de Radios Comunitarias (AMARC).

Gisela Martínez, coordinadora del área jurídica de AMARC México, resume el impacto de estas leyes secundarias en tres puntos: “Se violenta el acceso a las frecuencias, vuelve insostenibles económicamente a las radios que ya operan legalmente y es intrusiva en sus contenidos”. Ya no es posible que los pequeños negocios pauten en este espacio comunitario, no pueden recibir donaciones si la entidad no está acreditada como donataria autorizada, no es permitido conseguir financiamiento privado ya que son emisoras “sin ánimo de lucro” y por si fuera poco, los requisitos para obtener el permiso de transmitir son una traba para el fortalecimiento de este medio social. Algunos de dichos requisitos son:

  • Demostrar capacidad financiera a través de una cuenta bancaria (además del costo que esto implica, muchas de las comunidades están ubicadas en zonas donde no hay sucursales bancarias)
  • Presentar estudio técnico realizado por una entidad acreditada por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) (esto puede costar hasta cien mil pesos)
  • Carta Programática aprobada por la Secretaría de Gobernación
  • Estar legalmente constituido

 

¿Que tipo de relación social está impulsando esta clase de reformas?

Dejando de lado un poco las cuestiones legales, es válido ir más allá y ver que esta legislación atenta contra una forma de democratización de la comunicación que la sociedad civil ha tomado en sus manos. México es un país sumamente diverso, con 68 pueblos indígenas y más de 85 idiomas distintos según el INEGI. Tiene un espacio importante en las radios comunitarias que han logrado atender a los intereses propios de estos grupos específicos y abrir escenarios para la inclusión basados en relaciones horizontales. Han surgido como respuesta al acceso restringido a los medios tradicionales en algunos territorios, y a la falta de identificación de la población con los contenidos de los medios privados y monopolios de la comunicación.

El sociólogo y filósofo Zygmunt Bauman[1], en su libro “Modernidad Líquida”, habla acerca de las características de la sociedad capitalista. Entre ellas resalta el individualismo que marca las relaciones actuales y las torna precarias, transitorias y volátiles, subrayando cómo la esfera comercial termina por impregnarlo todo, y cómo las relaciones en las sociedades se miden en términos de costo-beneficio en el estricto sentido financiero, resultando en lazos solidarios frágiles que terminan dependiendo únicamente de los beneficios que generan.

[1] BAUMAN, Zygmunt, Modernidad líquida, Editorial Fondo de Cultura Económica, México DF, 2004

El ejercicio que suponen las emisoras comunitarias precisamente es un movimiento en contraposición a este individualismo del que nos habla Bauman, que además de no tener fines de lucro, logra una transición de una existencia individual aislada a la existencia social comunitaria: activando a la población para que realicen actividades colaborativas que buscan el interés general, fomentando un espacio para el ejercicio ciudadano a través de la auto organización, y compartiendo conocimientos, opiniones y percepciones en cuanto a temas nacionales que sin lugar a duda transforman las relaciones sociales y fortalecen la identidad de los pueblos. A través de éstas difunden su propia cultura, perpetúan las tradiciones y fortalecen el uso de lenguas tradicionales.

Además de todo esto, la relación permanente con los escuchas de las radios comunitarias hace que el proceso comunicativo sea totalmente distinto al de los medios de difusión de los grupos hegemónicos. Los receptores se convierten también en interlocutores que emiten, hay posibilidad de diálogo y los mensajes están al servicio de la sociedad (desde lo más sencillo, como los clasificados de objetos perdidos, hasta servicios sociales como la pérdida de personas o animales). En este sentido, el intercambio de experiencias y la socialización de conocimientos promueven la participación activa y crítica, actuando en pro de la sociedad.

¿Que clase de comunicación queremos para nuestra sociedad?

El Argentino Mario Kaplún, comunicador y educador, es reconocido por su gran aporte fijando una relación entre comunicación y educación. Para este autor, los mal llamados medios de comunicación no son más que medios de “difusión” o “información”, ya que van en contra de la raíz latina misma communis, que quiere decir poner en común algo con otros, implicando diálogo, intercambio y reciprocidad que no son evidentes en los grandes monopolios de medios actuales.

Si bien es cierto que con el boom de las redes sociales se ha democratizado más de cierta forma el acceso a la información, no podemos desatender las necesidades de sectores que sencillamente no tienen posibilidades del uso de estos medios. Para los que gozamos de este beneficio también es válido realizar una concientización acerca de la forma en que estamos consumiendo la información¿nos seguimos dejando llevar por una forma de comunicación unidireccional? ¿bajo qué criterio compartimos la información? ¿cuál es nuestro objetivo al entrar en la red? ¿indagamos más al respecto de un tema o simplemente nos dejamos llevar por la inmediatez? ¿qué les estamos exigiendo a los medios de los cuales obtenemos la información?

Es necesario replantearnos sobre cuáles conceptos estamos construyendo ciudadanía. ¿Comunicabilidad o comunicación? Entendiendo a la primera como el simple proceso donde percibimos la información sin llegar a hacer ningún filtro, es decir, donde los sujetos son analfabetas mediáticos, o donde le damos lugar al derecho que tenemos de informarnos, utilizando nuestra capacidad de tomar posiciones claras con respecto a los mensajes que transmiten los medios. Recordemos que una sociedad alfabetizada mediáticamente[2] contribuye también a una sociedad alfabetizada políticamente.

[2] La alfabetización mediática es la educación para el desarrollo de competencias que ayuden a los sujetos a acceder, comprender y evaluar de manera integral los medios de comunicación; así como la formación de sujetos críticos ante los estímulos de información e intercambio recibidos a través de la los mismos.

En el siguiente cuadro se clarifica la relación entre los tipos de comunicación y los tipos de educación según Mario Kaplún en su libro “Una pedagogía de la comunicación (el comunicador popular)” sobre el que me permito hacer un aporte personal.

Tipología Mario Kaplún

Ya bien lo dice Kaplún, “Definir qué entendemos por comunicación, equivale a decir en qué clase de sociedad queremos vivir”. El caso de las radios comunitarias es algo palpable que no podemos permitir que continúe de esa manera. Las radios comerciales y privadas tienen por objetivo el lucro sin importar los contenidos del programa, el rating es el que manda, y suelen implantar hábitos de consumo que refuerzan la ideología dominante. Por su parte, la radio comunitaria está inmersa en la lógica de la defensa de los derechos humanos; una lógica que tiene su base en las redes que se han tejido a partir de las relaciones cotidianas con el entorno compartido, creando identificación y solidaridad con los asuntos que afectan a los conciudadanos (paisanos).

Es una forma de construcción de la comunicación local que en muchos casos es la única manera de difusión asequible, un instrumento para interrelacionar un hecho con otro, pensar y sacar conclusiones, construyendo explicaciones globales y cosmovisiones propias.

Es importante voltear la mirada a los cambios que se están generando en América Latina misma, ya que hemos estado aceptando modelos hegemónicos que no tienen que ver con nuestras realidades, nuestra diversidad, nuestros orígenes y nuestras situaciones a resolver. De nosotros depende salir del “mundo sin alma”, como lo bautiza Galeano, donde “no hay pueblos sino mercados, no hay ciudadanos sino consumidores, no hay naciones sino empresas, no hay ciudades sino aglomeraciones y no hay relaciones humanas sino competencias mercantiles”[3].

[3] GALEANO EDUARDO. La comunicación desigual. Política y Cultura 1997. Disponible en: <//www.redalyc.org/articulo.oa?id=26700807>

Ya se están generando transformaciones en materia de legislación con efectos positivos en las poblaciones vulnerables. En Argentina, la comunicación está establecida como derecho humano. La ley de Medios, junto con la ley de Radiodifusión comunitaria de Uruguay, “son consideradas por el Comité Mundial para la Libertad de Expresión de la Unesco como las dos legislaciones más importantes del mundo. Uruguay en el plano de la radiodifusión comunitaria y la ley de Medios de Argentina como un marco regulatorio avanzado, democrático, rompe con la cadena de sumisión del campo de la comunicación a los intereses privados, que son por definición intereses particulares y, por lo tanto, excluyentes.” Esto lo dijo el comunicólogo brasileño Dênis de Moraes en la entrevista que realizó Fernando Arellano Ortiz.

¿Que tal si empezamos a nutrirnos con los ejemplos que nos dan otros países latinoamericanos que tienen más en común con nosotros que otros modelos tradicionales que hemos adaptado hasta el momento? ¿Que tal si logramos ver la comunicación de una manera orgánica donde los individuos sean sujetos que comprenden críticamente su realidad aprovechando los instrumentos que tienen para transformarla?

Somos responsables de construir la sociedad que queremos, empecemos por escoger, exigir y ejercer el tipo de comunicación que consumimos.

 

Links de interés:

Emisoras comunitarias en el país – Denominación,
 antecedentes y evolución //sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtual/tesis/human/sabrera_o_s/cap3.htm

La radio comunitaria frente a los grupos de poder //www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n59/vramos.html

(Imagen: //ciudadania-express.com)

Valery Rojas,

Politóloga y Blogger

@chanteler

Un requisito para la participación ciudadana en las democracias modernas

alfabetización mediática

La alfabetización mediática es la educación para el desarrollo de competencias que ayuden a los sujetos a acceder, comprender y evaluar de manera integral los medios de comunicación; así como la formación de sujetos críticos ante los estímulos de información e intercambio recibidos a través de la los mismos. La Comisión Europea incluye en su definición la capacidad de establecer formas de comunicación en diversos contextos.

Desde hace una década la Unión Europea considera la alfabetización mediática como una prioridad y ha realizado una serie de programas para impulsarla a través de su Comisión. Ejemplo de éstos es Europa Creativa, programa de financiamiento que cuenta con un presupuesto de 1,460 millones de euros para apoyar el acceso y desarrollo de iniciativas relacionadas con cultura, artes y medios (digitales y tradicionales). De estos programas se han derivado distintos estudios acerca del uso de las tecnologías de información, redes sociales y videojuegos online por parte de jóvenes de 15 a 30 años, que si no nacieron con dichas tecnologías, éstas forman parte central de su vida cotidiana, y han transformado los canales y formas de comunicación, interacción y relación de las nuevas generaciones. Es por ello que la Comisión Europea considera necesaria la alfabetización de la población en estos medios, para fomentar una ciudadanía más activa, crítica y participativa en una sociedad con sobre flujo de información. También es considerada como un “eje clave en las democracias modernas”, como lo señala el Dr. José Ignacio Aguaded-Gómez, editor de la revista Comunicar.

Los jóvenes de hoy crecieron en un mundo saturado de información, tecnologías relacionales y comunicaciones digitales, especialmente en los países industrializados. La mayoría de ellos las usa de forma indiscriminada, es decir, sin haber recibido ningún tipo de filtro u orientación acerca de temas sumamente importantes, como la seguridad de su información, los términos y condiciones de los sitios a los que accesan, la veracidad de la información, entre otros. De ahí la necesidad de alfabetizar.

La Dra. Pilar Colás Bravo y la Dra. Teresa González Ramírez, catedráticas del Departamento de Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Sevilla, resumen la historia de las redes sociales en tres periodos: El primer periodo (de 1997 hasta el 2001) se caracteriza por la creación de comunidades virtuales donde los usuarios de distinguen de acuerdo a sus perfiles. En el segundo periodo las redes sociales se integran al escenario económico, convirtiéndose en una herramienta global para el intercambio entre profesionales en el ámbito de los negocios. Y en la actualidad (tercer periodo), se crean disciplinas y campos de trabajo por el enorme potencial que las redes tienen al haber permeado en muchos escenarios de la vida cotidiana y en una cantidad inimaginable de usuarios alrededor del mundo. La firma analista sobre actividades y rendimiento de internet, Royal Pingdom, registró 2400 millones de usuarios en todo el mundo en un estudio realizado en 2012. Del total global, 44% corresponde al continente asiático, 21,6% al europeo y 11,4% a Norteamérica.

En América Latina había 231 millones de usuarios de Internet al 1 de enero de 2012. De esta cifra, 30% eran brasileños, el 16% mexicanos, el 11% argentinos y el 10% colombianos. Lo cual representa un porcentaje muy alto si tomamos en cuenta las difíciles condiciones de acceso, brecha digital, pobreza y falta de infraestructura de los países latinoamericanos. Sin embargo los dispositivos móviles han contribuido en gran parte a facilitar el acceso a internet y redes sociales.

Como mencioné antes, las tecnologías de información, el internet y las redes sociales tienen un rol central en la vida de los jóvenes. También tienen un rol central en sus experiencias en lo que se refiere a la socialización, la globalización, los espacios online y offline y la percepción de participación y de relacionamiento con sus semejantes. Esas son sus primeras experiencias con la ciudadanía, en espacios públicos y privados online.

Los internautas son cada vez más jóvenes, sus primeras experiencias con las computadoras e internet son fuera del espacio formal educativo y el 90%(i) de ellos no cuentan con alguna orientación acerca del uso de éstas. La pregunta hoy en día ya no es si los niños deben ser alfabetizados mediaticamente; la cuestión es cómo. El hecho de que no exista un filtro u orientación nos muestra que existe, no sólo una brecha digital, si no también una generacional, que tiene que ser atendida a través de la alfabetización mediática para aprovechar el uso actual de los medios y canalizarlo hacia el ejercicio ciudadano. 

Las redes sociales abren un espacio virtual donde los usuarios experimientan relaciones de igual a igual en el intercambio de información, experiencias y opiniones, creando un nuevo paradigma de comunicación; por ende, se ha ido abriendo un espacio de denuncia ciudadana y de catársis colectiva nunca antes visto. Los ciudadanos toman estos medios para denunciar todo aquello que no tiene cabida en las agendas políticas y comienzan a llevar a cabo acciones bajo sus propias agendas. Estos son pasos importantes para ejercer la ciudadanía y contribuir a una democracia más participativa.

Las competencias mediáticas a desarrollar implican poder interactuar de manera crítica con los mensajes producidos por los demás, internalizarlos, comprenderlos y responder produciendo mensajes propios. En este sentido, una sociedad alfabetizada mediáticamente contribuye también a una sociedad alfabetizada políticamente, influyendo en la autonomía personal de los receptores de la información. Esto aporta directamente a lograr sociedades más justas. Por eso, la intervención del Estado es necesaria para la regulación de los nuevos medios, pero también para garantizar el acceso a internet y el financiamiento de programas de alfabetización mediática a la población en general, especialmente a las generaciones futuras. Sólo así, la siembra de dichas capacidades rendirá frutos en la participación ciudadana online y offline.

Julia Romero,

Comunicóloga y Maestra en Educación Intercultural

@Sashantia1

 

(i) Según un estudio sobre el uso de internet por jóvenes andaluces publicado en Comunicar Journal: “Jóvenes interactivos: nueva ciudadanía entre redes sociales y escenarios escolares”, editado por el Dr. J. Ignacio Aguaded-Gómez.

Bibliografía:

Comunicar Journal: Jóvenes interactivos: “Nueva ciudadanía entre redes sociales y escenarios escolares”. Editado por el Dr. J. Ignacio Aguaded-Gómez.

Neyla Graciela Pardo, Razón Pública.com: “Redes sociales y construcción de ciudadanía en Colombia”.

//ec.europa.eu/programmes/creative-europe/index_en.htm

//europa.eu/legislation_summaries/information_society/strategies/am0004_es.htm

//latinamericahoy.es/2012/03/29/america-latina-internet-redes-sociales/

 

(Imagen: //www.finanzzas.com)

¿Cómo afecta la Ley de Telecomunicaciones a la democracia en México?

Ley de TelecomunicacionesLa semana pasada se aprobó la Ley Federal de Comunicaciones con claroscuros que ponen en entredicho los verdaderos intereses que la impulsaron. Entre los avances positivos que la reforma contiene están aquellos que benefician directamente el bolsillo de los usuarios de telefonía móvil, que, aunque importantes, es difícil entender por qué cosas como consultar el saldo o crédito del teléfono tenía un costo en algunas empresas. Entre los cambios que entrarán en vigor en 2015 están la obligación de no cobrar por preguntar dicho saldo, no cobrar tarifas de larga distancia ni de roaming y la vigencia del saldo en celular (al pasar de 2 meses a 12), notificación a los usuarios cuando cambien las condiciones de sus contratos y la posibilidad de cancelarlos cuando esto ocurra.

Sin embargo, con los beneficios también llegan las dudas y amenazas sobre los riesgos potenciales que las reformas aprobadas pueden traer consigo, y curiosamente la parte negativa no impacta en los bolsillos pero sí en las reglas del juego democrático. Entre las principales están: la requisa de los medios de comunicación en vías generales de comunicación cuando la seguridad nacional o interna estén amenazadas, la legalización del espionaje para apoyar a la justicia y la censura de contenidos audiovisuales a cargo de la Secretaría de Gobernación.

Sobre la requisa de los medios de comunicación cuando el Estado tenga por obligación salvaguardar el orden y la seguridad pareciera ser algo lógico y natural a fin de retomar el control y el orden. Sin embargo, no deja de ser preocupante en un país donde las protestas y manifestaciones sociales tienen lugar en las vías generales de comunicación, no por gusto o necesidad, sino porque históricamente México no ha logrado construir la institucionalidad que permita dar solución a muchos de los problemas que no tienen otro camino que no sea la protesta pública y la visibilidad que otorgan las manifestaciones de esta naturaleza. La aprobación de la ley en los términos en los que está es prácticamente la legalización de un “estado de sitio” electrónico, con todos los riesgos que esto implica en materia de generación de información y visibilidad de los problemas y en el tratamiento de éstos por parte del Estado.

Otro de los problemas no menos alarmantes es la posibilidad de intervenir cualquier comunicación privada con aprobación judicial bajo petición de los cuerpos de seguridad. Igualmente, la producción de contenidos audiovisuales estarán a cargo de la SEGOB y no del instituto autónomo creado para esos fines. Asociar la aprobación de contenidos audiovisuales al poder político no es sano ni democrático en aras de garantizar la libertad de expresión. Hoy en día la Secretaría de Gobernación tendrá la facultad de decir qué se aprueba y que no, qué es válido y qué no lo es.

Las dudas y alarmas que despierta la reforma no son gratuitas; el régimen actual es heredero del sistema de partido hegemónico que gobernó México durante buena parte del siglo XX, y, a pesar del discurso, no parece ser que haya cambiado sustancialmente el ADN que lo caracterizó a lo largo de los sexenios. En el fondo tampoco puede atribuirse a que sea un problema de partido, sino a la constitución y forma de ser de la práctica política mexicana y el ejercicio del poder. Es en esta naturaleza donde la ley de telecomunicaciones tiene sus riesgos, ¿cómo no ser suspicaces al respecto si en el pasado se han cometido grandes atropellos aún con la leyes “buenas”?

Aunque si bien se puede alegar sobre los beneficios de la reforma y de los candados que posee para que no ocurran atropellos, tampoco hay que olvidar que México no ha logrado consolidar la democracia y estas condiciones ponen en riesgo el proceso de hacerlo al no tener elementos sólidos de rendición de cuentas, evidenciados en una alta tasa de impunidad entre la clase política.

(imagen: //revistainsighters.com.mx)

Internet: un medio de libertad de expresión y acceso a la información para la articulación ciudadana

Ley de telecomunicacionesRecientemente se aprobó en lo general la ley federal de comunicaciones, y esta semana se discutirá en sesión extraordinaria en la Cámara de Senadores. La ley secundaria en materia de telecomunicaciones que se ha trabajado y discutido desde la aprobación de la reforma constitucional ha estado plagada de debates acerca de cómo abordarla en función del poder que ejercen los agentes económicos del sector en los asuntos públicos.

No es un misterio la concentración de los medios que existe en México; de hecho son 5 familias las que controlan más del 80% de la cobertura mediática en el país. La importancia de este hecho es que se convierte en un filtro para las expresiones, y por lo tanto para el debate público. Si no se tiene acceso a los medios difícilmente pueden expresarse las demandas en la esfera pública.

Es aquí donde el internet ha jugado un papel preponderante los últimos años. Si bien el país tiene una tasa de penetración de internet de poco más de 50 millones de usuarios, la red de redes ha sido el canal para poner en la discusión general temas que no han tenido cobertura en los medios tradicionales, muchas veces incluso llegando a posicionarlos. Esta condición ha sido posible porque no hay un línea editorial, un gerente o un contralor que filtre la información. En internet se puede encontrar la información tal cual ocurre y, en principio, sin filtros.

La proliferación de información plural en internet tiene que ver con su condición de neutralidad, es decir, la capacidad que tiene todos los individuos al acceso de contenidos y a participar en las comunidades digitales. El problema del dictamen que se discutirá esta semana es que la neutralidad de internet se compromete con los controles que el Estado pretende establecer.

Entre estos problemas está el control de información que se propone a los proveedores de servicios para que guarden la información de los usuarios hasta por dos años. Esta situación es una clara afrenta a la privacidad de los usuarios y, desde luego, una insinuación a la práctica de espionaje de cualquier persona que tenga un celular. Situación muy similar a lo que hoy sucede en Estados Unidos y que ha sido ampliamente denunciada en medios internacionales.

Otro de los temas preocupantes es la legalidad de bloquear las señales de telecomunicaciones de lugares geográficos concretos en momentos determinados. En otras palabras, el gobierno estaría en facultad de restringir el acceso al internet y todo lo que representa, por ejemplo en marchas o en eventos masivos.

Estos elementos sin duda vienen a ejercer controles excesivos, prácticamente Orwelianos, en momentos en donde la cultura digital es una realidad y ha servido como válvula de escape a un gobierno que ya no puede controlar todo lo que se dice. El mayor contrapeso de las acciones gubernamentales es la transparencia con que se tiene acceso a la información, tanto de programas de gobierno como de acciones concretas de los cuerpos estatales.

Internet no se trata sólo de música o videos, es la red que ha permitido la articulación ciudadana y hasta ahora ha sido territorio neutral. Internet es también una red que homologa las diferencias y desigualdades que se dan en las plataformas tradicionales. La reforma de telecomunicaciones pone el dedo en la llaga de un tema central en la joven democracia mexicana: la libertad de expresión y el acceso a la información. Sin duda la discusión está abierta, y no sólo en el tema de internet, también en la concentración de los medios, que se traduce en acceso a nuevos competidores y por ende de nuevas voces y más oferta informativa, elementos cruciales en cualquier nación que busque ser desarrollada.

(imagen: //3.bp.blogspot.com)

Falta poco para que el Presidente Enrique Peña Nieto presente su Primer Informe de Gobierno. Sin duda será un acto importante pues hay muchas cosas de qué hablar en México. El Gobierno comenzó viento en popa en diciembre pasado y la aprobación de una serie de reformas en el marco del “Pacto por México” es algo que debe tomarse en cuenta.

Sin embargo, hay otra serie de variables y de indicadores que también habrán de considerarse al momento de hacer un “corte de caja” en la política nacional. Específicamente hay que referirse a dos de ellas, que son las más importantes: la seguridad y la economía. Inclusive, estos indicadores son los que las casas encuestadoras incluyen siempre entre sus múltiples análisis.

En ese sentido, el Gobierno de la República optó por erradicar de la narrativa gubernamental y política de su administración el tema de violencia, combate al crimen organizado e inseguridad. Sin embargo, la realidad ha dado un portazo en México imponiendo su duro rostro, mostrando que la violencia no ha desaparecido; siguen habiendo zonas en el país que están bajo control del crimen organizado y el Gobierno de México batalla duramente para mantener las “riendas” de esta situación, pero se han agregado nuevos elementos como los grupos de autodefensa y los ajustes de cuentas en el D.F.

La otra variable – la económica – también empieza a generar signos de alarma. Llama la atención que en el caso de la actual administración, el indicador de la actividad económica se ha reducido y el PIB ha decrecido durante estos meses. De hecho, hoy se anuncia que la balanza comercial del país registra el peor déficit en 5 años.

Un gobierno no puede darse el lujo de perder el control (al menos no al mismo tiempo) de ambas variables. Existe riesgo de ingobernabilidad en el país. Si a ello se le suma el malestar que ha generado el plantón y marcha de los maestros en la capital del país y la posible radicalización y suma de varios sectores en torno a las reformas energética y fiscal, se vuelve entonces un “coctel explosivo”.

¿Qué se puede esperar entonces en próximas fechas? El Gobierno de la República tendrá que realizar una jugada maestra (incluso los distractores también podrían servir) para evitar que las personas presten demasiada atención a estas variables que empiezan a inquietar, y deberá retomar el control de ambas a como dé lugar.

Lo anterior no necesariamente es bueno, y una solución de corto plazo podría afectar en el largo plazo a México. En ese sentido, la responsabilidad política tendrá que hacerse presente por cualquier vía, y ésta será la prueba de fuego para la nueva correlación de fuerza entre gobierno y ciudadanía.

En los últimos tiempos las redes sociales han revolucionado la manera de comunicarnos e incluso de concebir el mundo. Temas como la protección de datos, la intimidad, la inmediatez de la comunicación, la capacidad de retención de la información, y la participación en temas de ciudadanía han cobrado un nuevo sentido.

Los blogs se han vuelto un medio de información oficial, más que las páginas oficiales del gobierno o de las empresas. En los países desarrollados el uso de las redes sociales ya no es una cuestión de lo que haga cada colaborador durante su tiempo de ocio. El uso y manejo de las redes sociales ha llegado a tal nivel, que a la hora de contratar al personal, ya no se les pregunta si conocen las redes sociales o si usan facebook, si no cuántos followers en Twitter tienen. Pero lo que hay que recordar es que las redes sociales son sólo una herramienta, como muchas otras, y que aunque puede ser muy poderosa no se escapa a los principios básicos de la comunicación humana, ni al hecho de que aunque México es uno de los países con más alto uso de Twitter, el porcentaje de personas que tienen acceso a las redes sociales sigue siendo muy reducido. De ese porcentaje de personas más del 80% las usan para actividades de ocio y recreación, lo cual nos lleva a preguntarnos de nuevo ¿cuál es el verdadero impacto que las redes pueden tener? y ¿cómo benefician las redes a la sociedad civil?

Detrás de las redes hay personas

En realidad el uso y aprovechamiento de las redes sociales tienen que ver más con el objetivo que los usuarios les dan. Durante las pasadas elecciones fuimos testigos de que a pesar de que la brecha digital en México sigue siendo arrolladora, una gran cantidad de ciudadanos se comunicaban a través de ellas con distintos objetivos. Uno de lo que más me llamó la atención fue el que ciudadanos de todas partes de la República Mexicana posteaban fotos de los resultados de las casillas para compararlas con los resultados del PREP. Ese hecho muestra el gran potencial de lo que la tecnología de hoy, la creatividad, y la participación ciudadana nos puede traer para el futuro. Pues las redes sociales, empleadas de manera estratégica pueden tener un impacto altísimo si se les da la proporción que tienen, pues facilitan la interconexión de ciudadanos con un mismo interés sin importar el lugar en el que se encuentren, para lograr un objetivo común. Esto es un gran paso para la construcción de ciudadanía porque facilita la interconexión y el acceso a la información de manera inmediata. Y es también la ventana para hacerse serias preguntas acerca de la legislación digital y los métodos de democratización de la información que se podrían llegar a dar en nuestro país. ¡Es la digitalización de la gobernabilidad!

Pero volviendo al perfil de uso, para lograr que ésa comunicación pase de un nivel inmediato y efímero, primero es necesario desarrollar la capacidad de construir relaciones reales con las causas, más allá de las redes, pues una cosa alimenta a la otra y viceversa. Segundo, también es necesario que al integrar los dispositivos móviles y las redes sociales al aprendizaje, conlleva la responsabilidad de educar a la población en las consecuencias del uso de la información, los términos de la privacidad, el respeto y el desarrollar una capacidad de análisis para filtrar la información. Y tercero, desarrollar estrategias para que la comunicación en las redes sociales realmente contribuya a alcanzar objetivos concretos. En el caso de las OSCs y los proyectos de construcción ciudadana, tomar en cuenta a la brecha digital. Por lo tanto, es absolutamente necesario también utilizar canales complementarios de comunicación más allá de las redes sociales y los medios masivos de comunicación. El contacto humano, presencial, en un país como el nuestro que tiene grados muy altos de exclusión social, es fundamental e insustituíble.

Por Julia Romero

@sashantia1

“México se ubicó en el lugar 53 en el Índice de Competitividad Global del Foro Económico Mundial (WEF, por su sigla en inglés) 2012-2013, cinco peldaños más frente al reporte del año anterior.

En la clasificación 2011-2012, México subió ocho posiciones revirtiendo su tendencia descendente en los últimos tres años y fue entonces la nación con el mayor avance en el continente americano, aunque todavía por debajo de la posición 52 que alcanzó en el 2007.

Lo anterior, nos dice que vamos por el camino correcto, aunque todavía hay mucho que hacer y rehacer para poder lograr el bienestar que aspiramos y deseamos. Debemos todos y cada uno de nosotros, involucrarnos más en las decisiones del Estado y del Congreso, a fin de empujar los cambios que se requieren en leyes y normas, por ejemplo; reducir nuestro marco regulatorio a favor de la atracción de inversiones, que generen fuentes de trabajo, que se traduzcan en mejores salarios que den familias más satisfechas y así lograr el bienestar común que todo país debiera aspirar.”

Por Alejandro Medina

Después de interminables pláticas acerca del cabildeo y todos sus beneficios con las personas que compartimos nuestros sentires y pensares en este blog, decidimos abrir un espacio a la idea de que el cabildeo se encuentre en manos de los ciudadanos, de ahí el nombre del blog. Aunque ésta idea suena muy simple, en la realidad ciudadana de nuestro país no se refleja así. Y es que el cabildeo es la perfecta oportunidad para tomar acción, porque implica mucho conocimiento de la realidad política de un país, el saber tomar las oportunidades que presentan los cambios de gobierno, así como la disciplina de conocer cada documento que se emite junto con cada promesa de gobierno, entre otras cosas. El cabildeo también puede ser un arte, o por lo menos se podría considerar como el el arte de la comunicación política y los intereses privados. Pero he ahí la cuestión, el cabildeo, por lo menos en México, sigue siendo una actividad llevada a cabo por un grupo minoritario de personas, por lo tanto es un área enorme para explorar, y llena de oportunidades con un potencial enorme para la incidencia ciudadana. Y de ahí nació la idea de este blog. Para abrir discusiones acerca del cabildeo y llevarlas a la sociedad civil.

Los colaboradores de éste blog, estamos convencidos de que el cabildeo es una actividad que tiene que comenzar a estar en manos de la sociedad civil, y que eso implica ciudadanos comprometidos permanentemente, dispuestos a proponer y actuar en beneficio de la comunidad y comunidades que forman a un país.

Con esto dicho, damos la bienvenida a todos aquellos que visiten nuestro blog, en busca de respuestas acerca del cabildeo, o mejor aún, con más preguntas, que serán una fuente de inspiración para nosotros, para seguir explorando la relación entre cabildeo y ciudadanía participativa.

¡Bienvenidos!