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marzo 2014

“Si las mujeres hubiesen escrito libros, seguramente todo habría sido diferente” Cristina de Pizán (1364-1430)

Mujeres

En marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer que, a pesar de las diferentes posiciones que se pueden encontrar con referencia a esta celebración, es siempre un incentivo para retomar las discusiones acerca del papel actual de la mujer.

En México, una mujer destacada en el ámbito político ha sido Griselda Álvarez, poeta, cuentista, autora, maestra y política, quien murió un día como hoy hace 5 años. A lo largo de su vida publicó más de 17 libros, siendo una figura cultural y creativa aún en espacios que han sido encasillados en la historia como masculinos. Más que una feminista, una reivindicadora de la ciudadanía femenina. Además de madre, fue la primera mujer electa gobernadora en México, en el estado de Colima. Entre sus preocupaciones siempre estuvieron la educación pública, incluida la universidad del estado, la reforma a los códigos penal y civil para que los hijos de las reclusas no nacieran dentro de la cárcel, así como políticas públicas destinadas a brindar oportunidades para que las trabajadoras sexuales cambiaran de ocupación.

Al querer indagar más sobre el papel de las “mujeres mexicanas”, comencé una búsqueda en la red. Los primeros resultados, aunque no son sorprendentes, sí abren un espacio de reflexión. De los primeros 20 títulos que aparecen en Google, solamente 4 no tienen relación con categorías como la belleza, la fama o lo “sexy”. ¿Son éstas las únicas características con las que nos identificamos las mujeres latinoamericanas? Los otros 4 resultados estaban directamente relacionados con feminicidios y lucha por la igualdad, entre algunas estadísticas que evidencian el lamentable panorama en México en cuanto a violencia de género.

¿Dónde están esas mujeres que precedieron a Griselda? ¿Por qué en la categoría de “mujeres mexicanas” no sobresalen la talentosa Frida Kahlo, la revolucionaria Florinda Lazos León, la activista por el voto femenino Elvia Carillo Puerto, el pilar de la botánica Helia Bravo Hollis, la destacada astrónoma e investigadora Julieta Fierro, la primera médica cirujana de México Matilde Montoya, la deportista Rosario Iglesias, la directora de orquesta Alondra de la Parra, la defensora de derechos humanos Marta Lamas, la reconocida escritora Elena Poniatowska, e incluso, por qué no encontraba a Sor Juana Inés de la Cruz?

Es cierto que se ha avanzado en cuanto a la reivindicación de los derechos políticos de las mujeres en México impulsando la participación en la política, al punto que se han tenido seis gobernadoras, varias diputadas federales y senadoras; también las mujeres han logrado reformas legislativas que establecen una igualdad en los escaños del congreso federal y algunos estatales. En comparación con las cuotas de género de países de la región como Argentina, Brasil, Colombia, Paraguay o Perú, donde ésta no pasa del 30% y en países como Chile donde ni siquiera existe, el panorama para México es esperanzador.

Pero estos avances no han sido suficientes. El trabajo que realiza El Observatorio Legislativo sobre el avance de la participación política de las mujeres en la Cámara de Diputados, que se renueva cada tres años, muestra que la presencia femenina crece solamente un 1.13% en cada elección. Además de otros fenómenos que surgen en estos contextos; por ejemplo, la manipulación de listas y escándalos, como el reconocido episodio del 2009 “Las Juanitas” donde 8 diputadas de diferentes partidos pidieron licencia desde la primera sesión de trabajo legislativo, cediendo su curul a los suplentes, todos hombres (entre ellos un hermano y un esposo.)

En cuanto a la violencia de género, entre los logros importantes cabe destacar la “Ley general de acceso a las mujeres a una vida libre de violencia” (LGAMVLV)del 2007, que a partir del reconocimiento oficial de la violencia contra las mujeres como problema público, abre el espacio para una transformación institucional donde el Estado debe ser garante efectivo de los derechos de las mujeres. También ha sido importante que la constitución señale el destino de recursos del Presupuesto de Egresos de la Federación para atender la violencia de género que sufre el país.

Sin embargo El Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio sigue alertando sobre la “falta de voluntad política” para erradicar la violencia contra la mujer y calcula que “hay aproximadamente 2.299 casos de feminicidios en el país entre el 2012 y el 2013 pero solamente han sido registrados y están siendo investigados 572, es decir, solo el 24%, está siendo investigado como feminicidio y no sólo como homicidio en once entidades federativas”.

María de la Luz Estrada, coordinadora del Observatorio afirmó que “Necesitamos investigaciones con visión de género y avanzar, pero la autoridad ni siquiera acepta que haya una alerta de género en ningún sitio y esto propicia que en México sigan aumentando los feminicidios”.

Opinión muy similar es la de María de la Paz López Barajas, consultora especial del Fondo de las Naciones Unidas, en el coloquio “El feminicidio en Ciudad Juárez.” Resaltó que “la impunidad y la violencia contra ese sector inicia con la invisibilidad del problema”, tal cual como está pasando en el contexto de la lucha contra el narcotráfico, la violencia extrema y la inseguridad generalizada, donde las cifras indican que en Chihuahua cada 20 horas es asesinada una mujer.

En otra ocasión, la consultora también hizo alusión a la incompatibilidad de la (LGAMVLV) con algunos códigos penales estatales, donde según su opinión predominan “figuras jurídicas del siglo antepasado”(…)“Por eso hablamos de una violencia estructural y que va mucho más allá de la esencia cultural, ya que tiene que ver con cómo se conforma el aparato de justicia, pues todavía encontramos delitos por razones de honor e incluso casos en los que se exceptúa éste cuando el perpetrador se casa con la víctima”.

Las mujeres en Latinoamérica aun tenemos mucho por reconocer, aceptar y reivindicar. En una sociedad que no educa sino reprime, es necesario llevar a cabo una comprensión activa de lo propio, eliminando el miedo, estereotipos y prejuicios ante los roles sociales, sin necesidad de que esto desemboque en un rechazo a lo masculino. Al hacernos conscientes de la situación podremos enfocarnos en los avances que ha habido hasta ahora y empezar a visibilizar los aportes de cada una frente a los retos de la actualidad. Exigir por parte de las instituciones una sensibilización frente a los temas para generar la voluntad política que hace falta. Mientras tanto existen instrumentos legales e instituciones supranacionales que apoyan a la transparencia, la lucha contra la impunidad y el monitoreo de las situaciones actuales. Las organizaciones civiles juegan un papel importante ya que desde allí se pueden construir narrativas más positivas para darle visibilidad a las historias de mujeres, resaltando nuestra contribución a la sociedad desde el arte, la política, la familia y demás esferas, que servirán para autodefinirnos y lograr una reinvención de los imaginarios colectivos.

 Sitios de interés:

//www.animalpolitico.com/2014/03/6-mujeres-son-asesinadas-al-dia-en-mexico-la-mitad-es-feminicidio/#ixzz2wyQn5iW4

//www.informador.com.mx/mexico/2011/270620/6/lucha-contra-el-narco-opaca-violencia-contra-mujeres-alertan.html

//www.dane.gov.co/revista_ib/html_r4/articulo6_r4.htm

//spanish.peopledaily.com.cn/31617/8466865.html

(imagen: //www.fte-energia.org)

Valery Rojas

Politóloga y Blogger

@Chanteler

 

El Congreso: mecanismo de equilibrio del sistema político

oposición democracia

México ha transitado durante los últimos años el camino hacia la democracia y se ha venido consolidando en ella. No ha sido una ruta sencilla, ni mucho menos rápida, pero son diversos los instrumentos políticos puestos a disposición de los ciudadanos para evitar una regresión autoritaria. En ese sentido existen el Instituto Federal Electoral (próximamente Instituto Nacional de Elecciones) que tiene autonomía, al igual que el Banco de México, la CNDH o el IFAI. Todos ellos garantes de la estabilidad política, financiera, económica y social de México. Pero sin duda, el instrumento más importante es la oposición en el Congreso.

Una oposición parlamentaria, dadas las condiciones de nuestro país, es la mejor herramienta para evitar que la consolidación democrática retroceda pasos. Lo anterior se pudo presenciar durante los últimos años, en los cuales la agenda política, si bien nunca fue claramente marcada por la Presidencia de la República, dependía en gran medida del Congreso de la Unión, de sus tiempos y de su agenda. Las Cámaras de Diputados y Senadores fungieron como el equilibrio principal del sistema político y le dieron solidez al presidencialismo mexicano, acotándolo más en su margen de actuación.

No obstante lo anterior y el inmenso poder que tiene la oposición en el Congreso mexicano, pareciera que los partidos que la representan han optado por no hacer uso de esta prerrogativa y echar en saco roto el poder e influencia que tienen, no solamente para delimitar prioridades, sino para generar mecanismos estructurales y legales para que las cosas en nuestro país funcionen mejor.

Los partidos de oposición parece que han renunciado a su vocación de ser el contrapeso del Ejecutivo, convirtiéndose en actores políticos que vuelcan su quehacer hacia ellos mismos, tratando de dirimir sus propios conflictos. En esa medida, y ante una oposición pulverizada, la Presidencia de la República no puede negociar. Si bien no enfrenta a una oposición férrea en el Poder Legislativo, siguen siendo malos augurios para el país que los legisladores y el Gobierno Federal no se puedan poner de acuerdo para aprobar reformas que urgen a la nación. Eso sí, en las próximas elecciones intermedias, parece que el PRI seguirá siendo la primera minoría en el Congreso, pero la República urge de soluciones a las grandes materias que siguen estando pendientes.

(imagen: //images.mexico.lainformacion.com)

La importancia de promover el potencial turístico de México ante el mundo.

ITB

Del 5 al 9 de marzo del 2014 se llevó a cabo en Berlín la feria de turismo más grande de todo el mundo, la ITB (Internationale Tourismus-Börse). México estuvo como país invitado a este evento donde participaron más de 10.000 expositores provenientes de 189 países y al que asistieron más de 60.000 visitantes.

Inicialmente, Brasil había sido escogido como partner del evento para este año,  pero dados los compromisos previos con la realización de la Copa Mundial de Fútbol, cancelaron su participación como país anfitrión. Esto hizo que en solo 4 meses el Consejo de Promoción Turística de México movilizara a todo su equipo para cumplir con el nuevo compromiso adquirido.

Invirtiendo un poco más de US $616,500, se promovió el potencial turístico de México, no solo ante  Alemania, sino ante el mundo. El logotipo fue visible a lo largo y ancho de los 160 mil metros cuadrados de superficie de la feria, se utilizó un stand de más de 700 metros cuadrados, participaron más de 80 expositores del todo el país y se llevaron a cabo eventos de promoción turística por toda la ciudad.

Con la campaña “Live to believe it” y su ceremonia inaugural, México cumplió con las expectativas compartiendo su tesoro cultural, música, danzas tradicionales, platos típicos y artesanías; sin dejar de lado el show multimedia, demostró ante el público internacional que es un país lleno de contrastes que vale la pena visitar.

Entre los resultados de las negociaciones hechas en el marco de este encuentro, cabe destacar que la empresa Cóndor decidió ampliar dos vuelos directos a la semana Múnich-Cancún a partir de octubre, y en abril Lufthansa pondrá en marcha el vuelo Múnich-Ciudad de México. Actualmente solo opera una línea que une a la capital mexicana con Frankfurt.

Luego de la ITB,  la Secretaria de Turismo se reunió en Paris con José Ángel Gurría, secretario general de la OCDE (Organización para la cooperación y el desarrollo económico), con una agenda específica de cooperación en turismo para discutir temas como conectividad, infraestructura, inversión y Pymes. Esto con el objetivo de compartir experiencias y buenas prácticas que den mayor competitividad al país y generen mayor inversión extranjera.

Para México ha sido todo un reto cambiar la imagen que los medios de comunicación han generalizado sobre la violencia e inseguridad que, según los indicadores, ha venido aumentando en los últimos años. Incluso, el pasado 22 de enero el Ministerio de Relaciones Exteriores Alemán en su sección “servicios al ciudadano” incluyó al país como uno de los “más peligrosos del mundo” y recomienda evitarlo. Advierte que bandas armadas suelen asaltar a los turistas en las carreteras y también sugiere en el comunicado no viajar a los estados de Michoacán, Jalisco, Guerrero y Colima. Agrega en el informe que “A causa de los enfrentamientos violentos entre las milicias populares y miembros del crimen organizado en Michoacán los militares y la policía federal han tomado el control en 27 ciudades en la región de Tierra Caliente”.

¿Es realmente una oportunidad la que le está dando el gobierno alemán a México de cambiar su percepción? Y ¿fue correcta la manera de obviar el tema de violencia en las diferentes presentaciones y ruedas de prensa por parte de las autoridades mexicanas?

La Embajadora de México en Alemania, Patricia Espinosa, se refirió al país como una “democracia estable” queriendo estimular a los posibles viajeros alemanes y de todo el mundo, a pesar de la serie de denuncias que hubo en las pasadas elecciones sobre el posible fraude electoral del actual presidente.

La tensión en la rueda de prensa se sintió y el malestar entre los funcionarios fue evidente, cuando uno de los periodistas quiso tocar el tema álgido y preguntó: “¿Tiene México la capacidad para garantizar la seguridad de los turistas?” A lo que el director de la Oficina de Turismo de México en Berlín respondió: “Todos los lugares turísticos son seguros y nuestro gobierno trabaja para mejorar aún más en ese aspecto”.

Por su parte, la Secretaria de Turismo de México Claudia Ruiz Massieu afirmó ante la prensa: “esta es una oportunidad para colocar a México como un destino principal en el mundo, para incrementar la visibilidad de nuestro país y para transmitir nuestra nueva visión (de país) y el compromiso del presidente Enrique Peña Nieto para que el turismo se convierta en una fuente de crecimiento económico y desarrollo social”.

Evidentemente ya es una fuente de crecimiento económico, pero ¿se está atendiendo el desarrollo social? Greenpeace México hace énfasis en que este sector se ha orientado a la creación de desarrollos sin planeación, “con metas a corto plazo y establecidas sólo para atraer la inversión extranjera, sin importar las consecuencias sobre el ambiente y sobre la gente. Con un turismo de masas creciendo a ritmo tan acelerado, la depredación del capital natural de los ecosistemas está acabando con el valor de la zonas y, por lo tanto, con la riqueza y bienestar de las comunidades”

Hay que dar la mejor imagen al exterior, y mucho más cuando el turismo aporta al PIB del país aproximadamente un 8%, pero ¿es parte de la solución darle la espalda a un problema que cada día se vuelve más visible ante el mundo? ¿Es la inversión social la suficiente para que los problemas de inseguridad disminuyan? ¿La lucha contra el narcotráfico está realmente atacando el problema de fondo? ¿Cómo influye la corrupción en esta desestabilización social?

Esta es una de las oportunidades en las que sirve detenerse un momento y reflexionar: qué está haciendo cada uno de nosotros por mejorar las condiciones del país, desde cada una de las instituciones, organizaciones civiles, empresas e incluso como individuos; qué aportamos diariamente para que las cosas cambien. ¿Es la indiferencia la salida?

//www.greenpeace.org/mexico/es/Campanas/Oceanos-y-costas/Que-amenaza-a-nuestros-oceanos/Turismo-depredador/

//internacional.elpais.com/internacional/2014/02/25/actualidad/1393346693_729228.html

Valery Rojas

Politóloga y Blogger

@Chanteler

(imagen: www.itb-berlin.de)

Mientras miembros de los partidos políticos pugnan entre sí, las reformas esperan…

congreso de la unión

México necesita urgentemente las grandes reformas estructurales que se han planteado desde hace varios años. Cosa de recordar que, al menos durante los años en que el PAN gobernó a México desde la Presidencia de la República, y al frente de la administración federal, no fue capaz de construir con la oposición (el PRI y el PRD en ese tiempo, principalmente) una mayoría que le permitiera transitar dichos cambios constitucionales en el Congreso. Quizá la explicación por la cual los partidos decidieron no cooperar con el Ejecutivo fue el propio sistema presidencialista, y la falta de incentivos para que el partido en el poder pudiera hacerse con ese “triunfo” político. El sistema presidencial ha mostrado que genera más bien incentivos negativos y, en ocasiones, los partidos hacen uso de estas prerrogativas para generar contrapesos directos a quien encabeza al Gobierno Federal.

La explicación de esta parálisis legislativa pudiera llegar a ser entendible, más no justificable. Las grandes reformas deben transitar por el Congreso, aún a pesar del sistema presidencial y el contrapeso parlamentario. Y durante mucho tiempo en México se detuvieron estos grandes cambios por las razones descritas anteriormente.

En el sexenio del Presidente Enrique Peña Nieto, con la creación del “Pacto por México”, las reformas constitucionales fueron posibles – un logro histórico – y la mayoría necesaria fue construida de forma eficiente y con un excelente manejo político para algunas de estas reformas estructurales. Ahora faltan las reformas secundarias que darán viabilidad a estos cambios estructurales. Sin embargo, la pugna seguirá ahora en el Congreso de la Unión por ello.

Lo que resulta más curioso es que si las reformas secundarias están detenidas, no se debe a la oposición, sino a los pleitos internos de quienes ahora lo son (PAN y PRD). En el caso de Acción Nacional, la batalla por la presidencia del partido entre calderonistas y maderistas ha llegado a un nivel destructivo y divisorio, que amenaza con dinamitar lo poco que queda de ese partido. Y en el caso del PRD, la lucha actual entre el grupo de “Los Chuchos” contra Marcelo Ebrard por una parte, y contra los radicales por otra, también los tiene envueltos en una dinámica que no les permite avanzar.

Por todo lo anterior, resulta paradójico que las reformas que siguen siendo necesarias estén nuevamente detenidas en el Congreso, pero no por culpa de los contrapesos naturales del sistema presidencial, sino por la división de los partidos de oposición que siguen sin poder resolver su situación interna. Y como si no hubiera cosas urgentes que atender, también el gobierno federal tendrá que delinear una ruta para tratar con ellos y volver a sacar adelante los cambios legislativos que tanto se requieren.

(Imagen: www.eluniversal.com.mx)

Precisión y eficacia contra el crimen: Gobierno Federal

Peña Nieto-Gordillo

El Gobierno Federal, al mando del Presidente Enrique Peña Nieto ha demostrado a lo largo de estos meses que puede asestar golpes estratégicos en contra de los criminales – líderes de los grupos de la delincuencia organizada – y poner tras las rejas a personajes inefables de la esfera pública: Elba Esther Gordillo o Andrés Granier. En ese sentido, el Gobierno ha sabido leer bien la situación política de la procuración de justicia y el desorden que dejó la administración del Presidente Felipe Calderón.

Simplemente en esta materia, la entonces Procuradora Marisela Morales se dedicó a encarcelar y arraigar a cuanto personaje fue acusado por testigos protegidos que, a la postre, resultaron testimonios falsos, y dejó en libertad a los personajes que realmente y a todas luces, ameritaban ser detenidos. En ese sentido, la nueva administración supo dirigir sus esfuerzos en contra de quienes representaban peligro real, o fueron símbolo de la corrupción pública rampante.

Adicionalmente, la última noticia – el abatimiento de Nazario Moreno “El Chayo” (líder de los Caballeros Templarios) – pone en total entredicho el anuncio hecho en el año 2010 por el entonces vocero del Presidente Calderón, Alejandro Poiré, en el cual se detalló cómo la Policía Federal mató al supuesto “Chayo” y cómo sus correligionarios huyeron con el cadáver. Lo anterior entonces, suena a un cuento fantástico inventado por el entonces Secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, quien gustaba de los videomontajes al estilo Florence Cassez. El golpe es duro también contra la procuración y administración de justicia en los sexenios panistas, pues en el primero se escapó el “Chapo” y en el segundo se abaten capos que luego resultan no ser quienes dicen (al menos, así se leen las cosas desde una óptica fría y objetiva, a la luz de los hechos).

El Gobierno del Presidente Peña ha sabido revertir la imagen creada con la liberación de Rafael Caro Quintero y ha demostrado que la justicia puede ser eficaz y expedita, y que a través de golpes estratégicos se consigue crear e imprimir esta imagen en la opinión pública. Por supuesto, como todo, el reto será que la realidad vaya de la mano con esta percepción, y que el Gobierno pueda sostener dicha narrativa basada en acciones concretas lo que resta del sexenio.

(imagen: www.latam.com)

La historia confirma cómo ha cumplido nuestro partido

Aniversario PRI
Aniversario PRI

Recientemente el Partido Revolucionario Institucional celebró 85 años de trayectoria y presencia en la vida política nacional, celebración exaltada por su regreso al mando del poder ejecutivo de la nación. Al respecto, como suele ser costumbre, hay gran diversidad de opiniones. Sin embargo, destacan las observaciones sobre su estructura, señalando una división al interior del partido; esto último debido, en gran parte, a los nuevos actores del partido, resultado de lo que César Camacho llama “Priísmo Peñista.”

¿Qué dicen los propios priístas sobre su partido? Palabras. Adjetivos. Aseveraciones. Categorías. Valores. Elementos presentes en los distintos comentarios que hicieron éstos a través de redes sociales. En este sentido, vale la pena fijarnos, especialmente, en el discurso de César Camacho, que, como Dirigente Nacional del PRI, engloba la visión, el sentir y la ideología del partido. De las concepciones propias de los militantes destacan tres aspectos: historia, transformación y unidad son las características ensalzadas 85 años después.

Sin duda, un factor que destaca es la trayectoria histórica del PRI. El mismo Enrique Peña Nieto lo dijo: “La historia confirma cómo ha cumplido nuestro partido.” Sus miembros se sienten orgullosos de pertenecer a una organización de tradición histórica, que no sólo “marcó el nacimiento del México contemporáneo”, sino que es indispensable para poder explicar la historia del país en el s. XX. El partido se atribuye logros en materias como comercio, petróleo, educación, electricidad, derechos humanos, transparencia y prestigio internacional, institucionalizando la vida democrática en México.

Particularmente interesante resulta el manejo de su participación y su influencia dentro de la historia del país durante 12 años de gobierno del PAN o “alternancia.” El PRI apoyó la transición democrática, conscientes de que ésta era producto de la necesidad de un nuevo orden de cosas. El partido hegemónico por tradición, lejos de oponerse, optó por respaldar, profundizar y encabezar el cambio: dieron paso a la alternancia. Casi de una forma hegeliana, como lectores del espíritu de los tiempos, el PRI no quiso intervenir en el desarrollo del acontecer nacional, entendiendo que primero está la Patria y sus intereses. Esto último propició que durante dos sexenios los priístas fueran “oposición con disposición.” Pero, asimismo, el PRI, resurgiendo como el fénix, volvió transformado para transformar, capaz de asumir sus errores y aprender de éstos.

La segunda directriz del discurso priísta es la transformación en dos sentidos: hacia el interior y como guías y guardias del futuro de México. Dando paso a la alternancia, el PRI se replanteó y fortaleció, al grado que esto repercutió en su regreso al poder. Actualizaron sus posturas y plantearon reformas transformadoras. Además, esto sustenta que el partido no perece con el curso de la historia porque, lejos de ser un capítulo en ésta, se constituye como proyecto de nación. Ya lo dijo Camacho: “No podemos servir eficientemente a la sociedad del siglo XXI con un partido del siglo XX, por eso nos dimos a la tarea de repensar y rehacer al PRI.” Pero la transformación está encaminada a la creación del futuro de los mexicanos. Esa experiencia histórica (¿viejos lobos de mar?) adquiere relevancia aplicada en el diseño y puesta en marcha del futuro que México necesita.Y justo en eso se diferencian de las “viejas prácticas” priístas: en ser un partido dinámico y de movimiento, en constante mejoría. Reformar para transformar.

Finalmente, sus militantes dejan clara la unión que hay al interior de la organización; un partido unificado entre sus miembros, solidario con el presidente y sumado al Pacto por México. Osorio Chong lo menciona como un “PRI sólido, unido y responsable trabajando por el futuro.” Ivonne Ortega habla de fuerza, compromiso, orgullo y duración. César Camacho presume una “unidad que no es disciplinada, ni ciega cohesión, sino acción política concertada.”

Tenemos suficiente perspectiva para reflexionar sobre la historia del PRI, y sobre la historia de México con el PRI. Generaciones de mexicanos han conocido a sus militantes, sus prácticas, sus formas, sus discursos, sus acciones y, en resumen, la cultura política que enraizaron en el país. Y, si bien no tenemos ninguna certeza sobre el futuro, podemos ser consistentes en el seguimiento y en el análisis del priísmo actual; que plantea una ambivalencia entre la historia que los respalda y fortalece, y la transformación que los hace diferentes e “ indispensables” para cambiar al país. Habrá que pensar si los planteamientos y las reformas que hacen son diferentes, son nuevas y son transformadoras. Si los problemas actuales (léase corrupción, narcotráfico, crisis…) se gestaron durante 12 años de panismo, o si son parte de esa magna tradición histórica que respalda y consolida al partido. Lo que queda claro, a partir de lo expresado por sus propios integrantes, es que el PRI estuvo, está y estará.

//pri.org.mx/TransformandoaMexico/Blog/Bloog.aspx?y=11526

Sofía González Díaz, historiadora

@chiquidrota

(imagen: www.milenio.com)

De viejas prácticas y nuevos actores…

gabinete EPN

Dentro del gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto cada día parece más la división de la clase gobernante en México. No es una cosa menor, tomando en cuenta que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) cumplirá 85 años de su fundación el próximo 4 de marzo. En este tiempo, el PRI gobernó a México durante más de 70 años seguidos, perdió el poder durante 12 años y lo recuperó recientemente. Entre los “slogans” políticos para tal fin estaba la promesa de un “nuevo PRI”. La pregunta no es si verdaderamente existe el nuevo PRI, sino más bien si el nuevo PRI es capaz de llevarse bien y de entenderse con el “viejo PRI”.

Es innegable que existen dos grupos políticos al interior de la administración federal, misma que ha vuelto a entremezclarse con el partido, tal como era antes. Sin embargo, la división no se hace evidente a simple vista, sino que debe leerse entrelíneas en los columnistas, en los “opinólogos” y en todo aquél que refiere los hechos que acontecen al interior del Gobierno Federal; por ejemplo, el caso de la detención del “Chapo” Guzmán es un hecho reciente que da cuenta de ello. De manera precisa, la pugna política entre el grupo de los “jóvenes” (Nuevo PRI) y el de los “viejos” (valga la redundancia Viejo PRI, también conocido en los corrillos políticos como “dinosaurios”) se vuelve cada vez más obvia.

Es fácil distinguir a los integrantes de uno y otro bando: basta por juzgar y determinar la edad de cada uno para entender que pertenecen a corrientes distintas. No es lo mismo Luis Videgaray y Aurelio Nuño que Jesús Murillo Karam y Pedro Joaquín Coldwell o Miguel Ángel Osorio Chong. Si bien podría decirse que hay una nueva generación de políticos priistas, no lo hay en la manera en que utilizan las formas del viejo sistema político mexicano para operar y para sacar adelante sus proyectos. La disputa está en el control del poder, es un mero relevo generacional por hacerse del timón del barco, pero el barco y la manera de navegarlo sigue siendo la misma (si bien con algunas variantes, en esencia es la misma). Ante este escenario, lo que vamos a presenciar en el futuro cercano es una lucha interna que comenzará a hacerse cada vez más pública y más evidente, y al mismo tiempo, veremos un profundo sentido pragmático del Presidente de la República para dejar que “gane el mejor”, siempre y cuando los problemas nacionales estén resueltos. La lucha tendrá que ser por el control del poder, pero nunca a tal grado que los lleve a perderlo. Allí está el reto fundamental.

(imagen: noticierostelevisa.esmas.com)