Archivos anuales

2015

Las buenas gestiones se hacen de la co-participación, se hacen de la participación de la colectividad (Ada Colau)

Ada Colau

Tenemos un sistema político que está convulsionando. Si lo analizamos desde una perspectiva médica, a este cuerpo político le están fallando multiples órganos vitales. Por un lado, y ante el temor de no saber qué va a pasar, nos aferramos a permanecer en un cuerpo que no tiene remedio; por otro lado, seguimos en la necedad de querer poner parches en donde se requieren transplantes y un cambio completo de decisiones de vida. Este mal también proviene de la mentalidad del voto duro, del partidismo sin cuestionar, de defender al partido hasta la muerte. Para que exista un cambio real en el país eso tiene que acabar.

“También nos cuesta aceptar que nuestro país está absolutamente destrozado, que la idea que nos hicimos de la democracia- por la que tantas generaciones lucharon y entregaron sus vidas- es una simulación, y que ir a votar no es otra cosa que llevar al poder a criminales que usan nuestras ilusiones para robarnos, vender la tierra y el agua, permitir que se lleven a nuestros hijos y mantenernos sometidos a las fuerzas del miedo, la impunidad y el horror.” Javier Sicilia

Vivimos en un sistema fallido cuando la policía persigue y reprime a los manifestantes en lugar de protegerlos y proveerles vías para que su manifestación no afecte la movilización de la ciudad. Donde el ejército, confabulado con el gobierno, participa en el asesinato de nuestros estudiantes. Donde los partidos se dedican a bloquear las iniciativas de gran trascendencia para el país en lugar de formar políticos de calidad capaces de colaborar y de asumir responsabilidades, y en todo caso pagar por las consecuencias de sus malas prácticas.

El miedo al cambio es algo natural. Y si va a haber algún cambio en México tiene que ser de manera paulatina, constante y profunda. Empecemos por saber lo que ya no queremos: ese es el primer paso. Los avances en la transparencia nos han llevado a develar verdades inconcebibles. Ahora no basta sólo con tener transparencia; ésta nos tiene que llevar al estado de derecho. Es por eso que hoy más que nunca se pone a prueba nuestra capacidad de observar, especialmente en el caso de las candidaturas independientes.

Llevo un tiempo queriendo escribir sobre las candidaturas independientes con la consigna de redactar algo que pueda ser valioso para la sociedad civil, más allá de mis posturas personales. Pero entre más leo y más videos, videoblogs, y propaganda política veo, menos quiero escribir de eso. Creo que los ciudadanos merecen una verdadera alternativa política independiente, que en México todavía no existe. Tenemos que trabajar aún más para que esto sea una posibilidad real. En algunos medios se presume que de ganar El Bronco, se abriría la puerta en 2018 para una candidatura presidencial independiente. En definitiva la opción está ahí, pero antes de formar una burbuja es necesario dar los pasos correspondientes para que las candidaturas independientes sean una posibilidad real en todas las entidades de la República.

Como nuestro lema en #cabildeociudadano es pasar de la protesta a la propuesta me gustaría tomar un ejemplo internacional con el objetivo de mirar la situación con un poco de distancia y proponer un camino para pasar de saber lo que no queremos, a tener claro el objetivo y actuar para lograr lo que sí queremos. Retomo el caso de la reciente victoria de Ada Colau, candidata independiente para la Alcaldía de Barcelona, una activista que vivió en carne propia los terribles efectos de la burbuja inmobiliaria, y trabajó en una campaña para evitar los desalojos forzados por los bancos. Su triunfo es producto de el trabajo colectivo organizado de muchos ciudadanos. Ella es un ejemplo para España, México y el mundo. Demostró con acciones y no con palabras que es posible hacer política de otra manera.

¿Qué hizo Ada Colau? ¿Cómo llegó a ser alcaldesa?

El triunfo de Ada Colau no es solamente suyo, como ella misma declara. Es una victoria ciudadana. Es el resultado de su trayectoria como activista social y política. Ada Colau es co-fundadora de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) en Barcelona en 2009, institución de la cual fue portavoz hasta iniciar su corta pero exitosa candidatura independiente. Su campaña demostró que es posible una política colaborativa. Una de sus cartas más fuertes fue el manifiesto Guanyem Barcelona, publicado en internet y promovido por un grupo pequeño de ciudadanos vinculados a movimientos sociales, vecinales y del mundo académico y de la cultura. Éste manifiesto, entre otras cosas, logró la elaboración colectiva de un código de ética consensuado, que incluso determina los salarios tanto de la alcaldesa, como de los servidores públicos. Es un llamado ciudadano a reapropiarse de las instituciones y construir una candidatura de confluencia. Dicho código ético fue validado el 4 de diciembre de 2014 tras ser sometido a valoración ciudadana.

Si queremos candidaturas independientes y ciudadanas con posibilidades reales, tenemos que preparar el terreno para que eso suceda. En este momento histórico es imprescindible distinguir la paja del trigo. Es decir, empezar por distinguir candidaturas independientes con trayectoria política, de candidaturas ciudadanas. Es natural que al abrir la puerta a las candidaturas independientes, dicha plataforma pueda ser utilizada por ex-militantes de partidos que no ven alternativa dentro de su propio partido. Pero como menciona Maite Azuela en su artículo “Candidaturas de chocolate”, lejos nos vemos todavía de contar con mecanismos reales de una democracia participativa en la que la fiscalización y la rendición de cuentas no estén amenazadas por la partidocracia, y donde las candidaturas independientes sean reguladas de manera que se abran canales reales de participación para el ciudadano de a pie.

Que dichas candidaturas no queden en una gran ilusión usada como herramienta de la La orgía electoral, valiéndose de todas las triquiñuelas posibles con tal de llegar al poder. En este sentido es sumamente importante distinguir entre superar las diferencias para lograr un objetivo común al servicio de la colectividad, y formar alianzas para acceder al poder sin importar los medios.

El resultado obtenido en Barcelona hace unos días es consecuencia de una restructuración social que ha tomado años. Políticamente hablando, México no está en las mismas condiciones que España. Eso hay que reconocerlo. Y debemos de tomar los pasos necesarios para llegar ahí haciendo una revisión de las leyes, procesos, personas y actitudes que obstaculizan el camino, para liberarlo. En su reciente celebración del triunfo electoral Ada Palau comentó: No hemos ganado contra nadie, nos presentamos contra la corrupción, contra las malas prácticas, contra una economía injusta, contra instituciones que han gestionado de espaldas a la ciudadanía, pero sobre todo nos hemos presentado a favor de una política que ponga a la gente en el centro de todas las prioridades y a partir de ahí queremos construir“.

Volviendo a México, la resolución que emitió el Tribunal acerca del tope de financiamiento público para los independientes es histórica, pues abre las puertas a la igualdad de condiciones de los aspirantes independientes. Es un gran paso, pero no nos podemos quedar ahí. Aunque se ha avanzado en transparentar cierta información de los candidatos, como su nivel de escolaridad y experiencia política, eso no nos dice nada sobre su honestidad y compromiso con las causas que representan. El INE juega en esto un papel fundamental. La ley que rige a los candidatos independientes debe ser equitativa y apoyar a la difusión de las campañas independientes, especialmente las ciudadanas sin trayectoria política, para garantizar que ciudadanos de a pié también tengan una oportunidad real de participar en la contienda electoral. Esto todavía no está muy claro.

Por ultimo, vale la pena observar el caso particular de Jaime Rodríguez, El Bronco. No sólamente al candidato, si no también su estrategia. Más allá de que Jaime Rodríguez es en realidad un candidato político sin partido, lo cual es explicable, su caso ha demostrado cómo las redes sociales pueden transformarse en un tejido de personas organizadas a través de un medio digital.

Ésta estrategia, combinada con propuestas ciudadanas reales, puede abrir paso a nuevas formas de organización que hoy nos ayuden a sembrar el camino para generar una gestión pública que se lleve a cabo con ejemplaridad, sin promesas, teniendo siempre muy claro que el manejo de recursos públicos es un privilegio y una responsabilidad, pues esos recursos se logran gracias a la colectividad.

Julia Romero @Sashantia1

Comunicóloga y Maestra en Educación Intercultural


Bibliografía:

//www.eluniversalmas.com.mx/editoriales/2015/04/76078.php

//ciudadanosenred.com.mx/el-miedo-a-no-votar/

//www.eluniversalmas.com.mx/editoriales/2015/02/74733.php.

//cabildeociudadano.com/2015/03/31/el-no-voto-y-la-crisis-de-legitimidad-en-mexico-es-hora-de-ejercer-la-ciudadania/

//www.excelsior.com.mx/opinion/viridiana-rios/2015/05/03/1022100

//lasillarota.com/candidatos-independientes-podran-gastar-lo-mismo-que-candidatos-con-partido#.VVpjTNNViko

//lasillarota.com/el-bronco-y-el-pan#.VVzUjWBk6fQ

//www.sinembargo.mx/06-04-2015/1303299

//www.nytimes.com/2015/05/25/world/americas/el-bronco-blunt-frequently-obscene-and-aiming-to-run-nuevo-leon.html?smid=fb-share&_r=0

//ferriz.com.mx/videos/me-van-a-seguir-echando-mierda-que-les-va-a-rebotar/

//m.excelsior.com.mx/opinion/leo-zuckermann/2015/05/25/1025861

//www.jornada.unam.mx/2015/05/24/politica/008n1pol

//www.debate.com.mx/culiacan/Las-trabas-para-candidatos-independientes-20150525-0039.html

//www.reporteindigo.com/reporte/mexico/orgia-electoral

//es.wikipedia.org/wiki/Barcelona_en_Com%C3%BA

(imagen: www.revistarambla.com)

Olga González Martínez

En #cabildeociudadano entrevistamos a Olga González Martínez, Consejera Electoral del Instituto Electoral del Distrito Federal, para platicar sobre las implicaciones de la democracia más allá del voto, la participación ciudadana y las acciones que el IEDF está realizando para fomentar una ciudadanía consciente, activa, participativa y propositiva, con herramientas que posibiliten una incidencia real.

A continuación les compartimos la entrevista.

OGM: Creo que este es un momento ideal en el que podemos hablar de participación ciudadana por dos razones: la primera es que el Consejo actual del IEDF acaba de ser conformado el 1o de octubre del año pasado, merced de una reforma electoral que dota al INE de la facultad de nombrar a los consejeros en los organismos públicos locales electorales. Por otro lado, también la reforma electoral del año pasado amplía la participación ciudadana, el derecho de los ciudadanos de participar en la política. Lo hace de tres maneras: la primera a través de las candidaturas independientes, la segunda a través de la consulta popular y la tercera a través de las iniciativas ciudadanas. En este sentido se permite a la ciudadanía intervenir en la vida pública de una manera más amplia de la que se había tenido.

Específicamente en el Distrito Federal tenemos una Ley de Participación Ciudadana. El IEDF no solamente organiza las elecciones y hace el recuento de los votos, también tiene una participación muy activa en estos ejercicios democráticos. Por ejemplo, en noviembre del año pasado se llevó a cabo un ejercicio de participación ciudadana, de presupuesto participativo. ¿Qué significa esto? Que los ciudadanos van a poder decidir en qué se va a ejercer el presupuesto del 2% de cada una de las delegaciones; lamentablemente la difusión no ha sido tan amplia en este sentido. Por supuesto que el porcentaje que se le otorga al presupuesto para la decisión ciudadana es bajo, sin embargo tenemos ya experiencias de varios años en este sentido. Son mecanismos de participación donde los ciudadanos del DF determinamos qué es lo más importante para nuestra comunidad, lo que se hace con este dinero, y podemos tomar decisiones en temas de seguridad, parques públicos y luminarias.

#CC: Una pregunta para aclarar y hablar un poco más del proceso de participación. Tu nos estás diciendo que hay muchas maneras o hay muchos temas en los que la ciudadanía puede determinar ciertos usos del presupuesto, como en el caso de parques públicos. ¿Nos puedes hablar un poco más sobre el protocolo? ¿En qué sentido está dictaminado, hasta qué punto y sobre qué temas puede decidir la ciudadanía? Y ¿hasta qué punto ya no le corresponde a la ciudadanía?

OGM: En cada delegación se conforman comités y consejos por cada una de las colonias, barrios o pueblos (demarcaciones geográficas). De estos comités que son electos por votación popular se eligen cinco proyectos que tengan viabilidad. ¿Qué significa esto? 1) que el dinero que se les va a otorgar va al 100% para finaciar el proyecto y para asegurar que no se quede a la mitad. 2) que cada delegación cuente con la infraestructura humana y de recursos materiales para poder dar vida a este proyecto. 3) que sea una necesidad imperante en la comunidad. De estas se eligen entre una y cinco alternativas en cada una de las colonias, barrios o pueblos que existen en el Distrito Federal y se hace una elección directa, en voto libre y secreto, de los habitantes ciudadanos mayores de dieciocho años, en cada una de las colonias.

El IEDF organiza este ejercicio de participación ciudadana, hace el recuento de las opiniones, cuenta quién tuvo la mayoría de opiniones favorables y cuál fue el proyecto más votado, y entregamos a las delegaciones los resultados. Las delegaciones tienen forzosamente que ocupar este presupuesto en el proyecto que se haya votado.

#CC: ¿Cómo es el proceso para informar a los ciudadanos sobre estas decisiones? ¿A través de qué canales se hacen? Porque son procesos muy importantes, y existen muchas personas que no los conocen.

OGM: Los ciudadanos pueden registrar su proyecto (en fechas específicas) y con éste registro empieza la delegación a hacer un análisis de viabilidad. El IEDF por varios medios como spots en radio y TV, visitas en barrios y en colonias, actuaciones en calle, en redes sociales…invitamos a la ciudadanía a participar para que emitan su opinión. También es cierto que la ciudadanía del DF es muy amplia y es difícil llegar a todos los sectores, sobre todo con el presupuesto que tiene el IEDF para difundir estos ejercicios, aunque cada vez lo vamos a hacer mejor. Los spots en radio y televisión realmente son mínimos, los consejeros personalmente estuvimos en zonas de alto aforo como mercados y carreras deportivas, etc. para invitar a la ciudadanía a que participara. Esto se hace cada año. También quiero comentar, que tenemos la modalidad del voto, no nada más a través de forma directa presencial, si no que también, tenemos el voto electrónico. Podemos votar a través de nuestro teléfono celular, una PC, una tablet. Si entramos a la página web del IEDF nos redirecciona al micrositio donde tenemos el sistema de votación.

#CC: Es por eso que nos interesa difundir éste tipo de información en #cabildeociudadano, para dotar con herramientas a los ciudadanos para que puedan participar.

A parte de las visitas a las delegaciones y a ciertos eventos para acercarse a la gente, y tomando en cuenta que somos pocos quienes contamos con acceso a internet, ¿contempla el IEDF, en el caso de tomar alguna decisión sobre un parque público, por ejemplo, poner un stand de información para explicar los detalles sobre el proyecto? ¿Cómo son esos acercamientos del IEDF con la población para informar sobre esto?

OGM: Te voy a hablar de dos cosas. La primera es la feria de promoción para que la gente participe. Voy a poner otro ejemplo. El sistema de transporte colectivo Metro nos hizo favor de sacar un boleto conmemorativo en octubre. Sacó un tiraje de diez millones de boletos, y en éstos venía justamente la promoción de la consulta ciudadana sobre el presupuesto participativo, las fechas y cómo participar en el proceso. Por otro lado también tenemos spots de radio y televisión e inserciones en medios escritos. Hacemos perifoneo, hacemos asambleas vecinales y participación en ferias y en eventos públicos. ¿Qué pasa después? ¿Qué pasa cuando se elige un proyecto y se le dan a la delegación los resultados y el presupuesto que tiene que ejercer? En ése sentido el IEDF está muy interesado en rendición de cuentas, en transparencia, en verificar efectivamente que el proyecto que ganó sea acreedor del presupuesto y que se ejecute. La legislación no nos permite en este momento meternos en la rendición de cuentas de las delegaciones, sin embargo hemos pensado abrir un micrositio en la página del IEDF en el cual podamos dar cuenta del avance de las obras y los proyectos ganadores.

#CC: De cara a las próximas elecciones de junio nos gustaría abordar el tema del voto. En México estamos viviendo en un sistema democrático en el que el voto es símbolo casi máximo de participación. Bien es cierto que el voto es el puente o primer paso para la elección de los representantes políticos y un medio para la participación ciudadana. Sin embargo, se han estado manifestado distintas posturas al respecto, como lo es la postura concreta de no votar. A partir de lo que el politólogo Mauricio Merino dice, “nuestros representantes son nuestros gobernantes y sólo pueden ser nuestros gobernantes si nos representan”, ¿cuáles son las posibilidades de participación para quienes sienten que votar es avalar un sistema con el cual no están de acuerdo?

OGM: En la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos el voto se ve como un derecho y como una obligación. Es decir, no solamente tengo el derecho de elegir a mis gobernantes si no también la obligación de hacerlo. Sabemos que es una ley imperfecta porque no tiene castigo, sin embargo es necesario e invito a la ciudadanía a ejercer ese derecho y a cumplir con esa obligación. Coincido en que debe haber un voto razonado; que la desilusión de muchos mexicanos por muchos casos de corrupción, de mala administración en la política, pueden llevar al descontento de muchos ciudadanos y orillarlos a tomar la decisión de no participar por no avalar un sistema politico con el cual no están de acuerdo. Sin embargo, es importante la participación para el cambio de éste sistema. Creo que es imprescindible que caminemos hacia un sistema de rendición de cuentas. Considero que la reforma electoral ahora comprende una figura que pudiera traducirse en rendición de cuentas que es la re-elección. Es decir, si yo veo que un diputado, que un senador, que un presidente municipal trabajó muy bien, pues entonces le doy mi voto para re-elegirlo. Y si considero que tuvo una mala administración, que no me siento representada por ese servidor(a) público(a), pues entonces le otorgo mi voto al de enfrente. Lo castigo con mi voto. Eso posibilita a los ciudadanos a tener un mayor control sobre la transparencia y la rendición de cuentas. Ya los veremos en el 2018 de esta re-elección que va a ser efectiva podremos nosotros, los ciudadanos, castigar o premiar a los y las que hayan hecho una buena actuación. Específicamente en el IEDF ¿qué estamos haciendo para poder contar con un voto razonado? Estamos construyendo una página de internet para conocer el perfil de los candidatos. Va a tener el perfil curricular de experiencia en el servicio público, el control de confianza y la declaración patrimonial. Con esta herramienta los ciudadanos podrán tener un voto más razonado y no sentirán que van a votar por el señor del pendón de la esquina.

#CC: Más allá de quiénes se presenten como candidatos dentro de este contexto, hasta ahora hemos hablado de ejercer el voto para participar. El voto es solo una de las herramientas de participación ciudadana. ¿Qué esta haciendo el IEDF para promover otras herramientas de participación que no están solamente relacionadas con el voto? ¿Para la ciudadanía no hay posibilidades de participación sin el voto? ¿O cuáles son las oportunidades de participación para la ciudadanía más allá del voto?

OGM: Bueno estamos hablando del voto activo y del voto pasivo ¿no? El voto activo es el que damos todos los ciudadanos, manifestamos nuestra voluntad sobre tal o cual candidato para participar. En cuanto al voto pasivo, es decir, los candidatos independientes a los que queremos llegar, quisiera comentar que en esta reforma que acabamos de vivir y que estamos comenzando a ejercer en este año, se contempla la figura de candidaturas independientes. Claro que se contempla, dejame decirlo así, y desde mi perspectiva, es una manera de transición hacia una forma de participación más amplia. Un poquito de historia, no es la primera vez que tenemos candidaturas independientes en México. En la ley de 1911 contemplaba esta figura, tuvo consecuencias muy importantes en la configuración del congreso. Te pongo un ejemplo importante: en 1918, de 199 diputados federales sólo 22 fueron candidatos de partidos, el resto eran candidatos independientes. Esto cambió con la reforma de 1946; en esa reforma se restableció el derecho exclusivo de los partidos políticos para postular candidatos. Y desde 1946 es hasta 2012 cuando se vuelve a poner las candidaturas ciudadanas en el panorama politico de México.

Al parecer existe un consenso en los países de todo el globo que permiten a las candidaturas independientes exigir para su registro una determinada cantidad de firmas de apoyo del candidato, claro el elemento importante es cuántas ¿no? Si ponemos un número muy alto se puede desvirtuar la figura de la candidatura independiente e impedir a los ciudadanos participar en la elección. En la mayoría de las legislaciones existentes el apoyo es entre el 0.1 y el 5% de los electores de un determinado distrito o municipio, o de un área geográfica. Algunos países también ponen requisitos adicionales, por ejemplo: no ser miembro de un partido politico en el momento de la postulación, o bien, pagar una fianza como es el caso de Irlanda. En los estados de la República se ha legislado en el caso de las candidaturas independientes. En algunos se han pedido requisitos excesivos para su registro. Por ejemplo en Zacatecas se requería el 5% de firmas para postularse al cargo de gobernador y 15% de firmas para ser diputado local. En este sentido es paradógico que sea más sencillo registrar un partido politico, donde se pide el 2% de firmas, que a un candidato independiente. Con esto se limita prácticamente el acceso ciudadano. Otro ejemplo Quintana Roo. En Quintana Roo se permite postular sólo un candidato independiente para cada uno de los cargos. En ese sentido los ciudadanos interesados tienen que entrar a una contienda interna, a una pre-campaña o movilizar a la ciudadanía para que voten por ellos, es decir, solamente puede haber un candidato por cada cargo. Claro, esto nos puede candidaturas más fuertes y más posibilidades de ganar, sin embargo también limita la participación ciudadana. En 2012 la iniciativa de reformas del COFIPE propuso establecer como requisitos de registro el 0.13% de las firmas y restringía la participación a dos candidatos independientes por cada cargo.

Ahora la pregunta es ¿cómo garantizo la participación de los ciudadanos como candidatos en las elecciones y que tengan posibilidades reales de ganar? Yo considero que hay un reto pendiente de los legisladores de cómo equilibrar la competencia electoral entre los candidatos independientes y los que cuentan con el apoyo de algún partido politico. Es decir, existe la necesidad de crear un modelo de competencia electoral en México a partir de la apertura de los derechos politicos de los ciudadanos. Sin embargo también quería comentar una postura que a mí me parece adecuada. José Woldenberg lo ha dicho en varios foros -que si bien es cierto que el artículo 35 nos da a los ciudadanos los derechos para poder ser votado para todos los cargos de elección popular, también es cierto que el sistema de partidos es indispensable para el desarrollo de la vida democrática del país. Esto viene desde la Antigua Grecia en la representación popular. Finalmente el candidato independiente tiene que agrupar a una serie de ciudadanos para que lo apoyen. Porque, finalmente ¿qué son los partidos políticos? un grupo de ciudadanos apoyando a otro grupo de ciudadanos para que accedan al poder. Y bueno el régimen de partidos está creado en México con entidades de interés público que tienen ciertas responsabilidades, ciertas obligaciones, lo que permite que la sociedad esté organizada en el quéhacer político.

#CC: Claro, en la teoría es un grupo de ciudadanos apoyando a otros para adquirir poder. En la práctica vemos que en las democracias más avanzadas se están moviendo hacia una democracia más participativa que hacia una democracia representativa. Y una democracia participativa permite que los ciudadanos se representen a sí mismos. En ése sentido juegan también los medios de comunicación un rol, de ser un espacio muy importante. Que es el tema que nos lleva a la siguiente pregunta. Los medios de comunicación, según varios sociólogos, entre ellos Manuel Castells, no son un cuarto poder, si no que son el espacio donde se deciden las relaciones de poder, donde se ejerce el poder y donde se crea el poder. Porque el problema con las candidaturas independientes y lo ha sido desde inicios de la historia de México es, que están allí, pero no están realmente en el espacio donde se decide el poder y no tienen, por comparación, la más minima influencia o recursos como para poder tomar un lugar en ese espacio

¿En qué sentido puede apoyar una institución como el IEDF a las candidaturas independientes para tener un espacio en este medio, en el ring donde se decide el poder? ¿Cuáles son las acciones que tu consideras nos van a ir llevando hacia una democracia que permita que realmente las candidaturas independientes entren en ese espacio, pasando de la opción a la posibilidad real de tener un espacio en el gobierno?

OGM: Bueno, hemos llegado a ésta situación porque el lenguaje de la antipolítica ha avanzado mucho entre nosotros. Los instrumentos con los que se construye la aspiración democrática y se consolidan los regímenes democráticos, tienen pésima fama. Los politicos, los partidos, se han convertido en lo peor, que solo ven por sus intereses. No es que los partidos no merezcan ser criticados pero esta retórica contrapone a los ciudadanos contra los partidos politicos. Y en lugar de asumir con seriedad que la reproducción de un sistema democrático necesita auténticos partidos que le den la vuelta al asunto, que estén con la sociedad, que no sean corruptos, entonces se pretende darle la vuelta sacando la candidatura independiente como una alternativa; es decir ¿cómo estos ciudadanos que no están contaminados no van a ser contaminados después? Aquí el problema es la corrupción, que los partidos están muy lejos de la ciudadanía y no velan por sus intereses. Cuando lo que realmente deberíamos de hacer y hacia donde deberíamos de caminar es hacia la transparencia, la rendición de cuentas, hacia decirle a los partidos politicos y hacia los representantes de la sociedad en general que no estamos contentos, que no nos están representando como deben hacerlo, que deben dejar de ver por sus intereses, y acercarse al pueblo. Lo bueno es que por esta vía se le da frescura a la contienda electoral y al mundo de la representación. Lo malo es que se desaprovechó la oportunidad para replantear con seriedad los requisitos para construer nuevos partidos, para facilitar la entrada al universo electoral de corrientes ideológicas que no se sientan representadas.

La reforma electoral permitió que ahora tengamos 10 partidos politicos, es decir, mejoró o facilitó la creación de nuevos espacios con nuevas visiones de representación. Pero, finalmente, la responsabilidad de la transparencia va hacia un partido político; a éste, el Estado le da dinero para promover la vida democrática del país, para la promoción de que jóvenes y mujeres participen cada vez más en política, y nosotros como autoridad electoral y como ciudadanos debemos obligarlos a llegar a esto. Considero que en esto vamos en el camino adecuado para llegar a una legislación que nos permita una mayor rendición de cuentas.

Yo clasificaría la última reforma politico-electoral de México como una reforma de transición. Estamos transitando de dos modelos, uno federal y varios locales, hacia un modelo nacional. Y de la misma manera estamos transitando en la participación ciudadana, de una figura de candidato independiente en la cual se torna difícil accede al poder. Sin embargo, es un paso adelante en el cual tenemos que seguir trabajando, y los legisladores tienen un reto en este sentido. Quisiera poner en la mesa qué pasaría si tuviéramos muy pocos requerimientos para las candidaturas independientes, que tuviéramos 146 candidatos, y que a cada uno habría que darles recursos para su campaña. ¿Qué tal que estos ciudadanos no tuvieran la seriedad que lo amerita? En ése sentido tiene que haber un equilibrio en el cual le demos seriedad y pongamos en la arena a ciudadanos que efectivamente tienen respaldo contra aquellos en los que vamos a erogar dinero y que realmente no van a tomar enserio esto. Debemos llegar a un punto medio.

#CC: ¿Cuáles son las acciones y programas en concreto que se están llevando a cabo para la formación de una ciudadanía que pueda hacer contrapeso a todas las cuestiones de corrupción y falta de transparencia? ¿Qué se contempla como educación cívico-democrática más allá de fomenter el voto? ¿Cómo contribuyen a caminar hacia una democracia de mayor transparencia y rendición de cuentas?

OGM: El IEDF tiene una gran trayectoria en educación cívica. Carlos González Martínez, miembro del Consejo, ha impulsado programas que ya tenía el Instituto tales como talleres en materia de educación cívica. Tenemos una ludoteca cívica en la cual, por medio de cuentos y obras de teatro acercan a los niños a educación cívica. Todos los años hacemos el concurso de cuento infantil y juvenil, tenemos publicaciones, concursos de debate, ayudamos a organizar elecciones en escuelas públicas y privadas; tenemos un programa muy amplio y creativo de educación cívica. Lo que hace falta es la difusion de todos estos programas.

#CC: Olga, muchas gracias por tu tiempo y por la información tan valiosa que compartiste con nosotros sobre lo que está haciendo el IEDF para que los ciudadanos tengamos mayor participación y logremos mayor incidencia.

OGM: En eso estamos, trabajando por la democracia de la Ciudad de México. Les agradezco mucho y me reitero a sus órdenes. Buenas tardes.


Bibliografía:

www.iedf.org.mx

– Maite Azuela, “Independientes de chocolate”, en

//www.eluniversalmas.com.mx/editoriales/2015/02/74733.php

– Mauricio Torres, “El nivel de abstencionismo “aceptable” pero crece en los últimos comicios”, en

//mexico.cnn.com/nacional/2012/03/26/el-nivel-de-abstencionismo-aceptable-pero-crece-en-los-ultimos-comicios

– Mauricio Merino, La participación ciudadana en la democracia. Cuadernos de Divulgación de la Cultura Democrática, en

//www.ine.mx/documentos/DECEYEC/la_participacion_ciudadana_en_la.htm

– Salvador Camarena, “Dos mujeres, un distrito y dos desgracias”, en

//www.elfinanciero.com.mx/opinion/dos-mujeres-un-distrito-y-dos-desgracias.html

– Javier Sánchez Galicia, “Voto leal y voto switcher. ¿Quién define una elección?, en

//www.slideshare.net/sanchezgalicia/voto-leal-y-voto-switcher

– Olga González Martínez: Twitter @ingolgaglez Facebook: Olga González Martínez

(imagen: Facebook/OlgaGonzálezMartínez)

Entrevistadoras: Julia Romero Villa y Sofía González Díaz

En una democracia funcional no existe votar por el “menos peor”

voto nulo

Una de las críticas más fuertes a los partidos políticos dentro del marco democrático es su tendencia a la exclusión. A lo que la Dra. Denise Dresser ha llamado en numerosas ocasiones el régimen de la partidocracia. Vivimos en un país en el que las malas prácticas de un partido se convirtieron en el status quo de la clase política. Es por eso que en la presente entrada planteo la perspectiva del No Voto y la participación ciudadana más allá del voto. Porque el votar como un hecho aislado no es necesariamente lo que nos hace ciudadanos.

Denise Dresser y otros periodistas de talla internacional han hablado en numerosas ocasiones sobre el andamiaje del sistema político mexicano, calificándolo de obsoleto o arcaico al referirse a la estructura del sistema en sí. Para poder ofrecer una perspectiva sobre el abstencionismo (o postura del No Voto) es necesario analizar al sistema político como un sistema disfuncional. Es por eso que decidí ahondar en esta perspectiva tomándola en cuenta como una voz o conjunto de voces, desde el respeto a su libertad de expresión, y desde lo que el mensaje de estas voces significa para el sistema y la participación ciudadana.

Es el sistema el que está corrupto, como menciona el periodista Jorge Zepeda en su artículo publicado en El País “Un país empriantanado”. Zepeda escribe: “El PRI ha convencido a las élites de las ventajas de chapotear en el lodo y de paso ha convertido la vida pública en un pantano infesto en el que todos ellos abrevan.” Pero la democracia no se agota en las elecciones. En otras palabras, la participación es indispensable para integrar la representación de las sociedades democráticas a través de los votos, pero no es la única posibilidad de participación. Una democracia funcional requiere de múltiples mecanismos de participación que garanticen que las voluntades diversas de la sociedad sean escuchadas y sus necesidades sociales sean atendidas.

Porque los candidatos, sean de partidos o independientes, una vez electos dejan de representar a los intereses de sus partidos y es su obligación representar a todos los ciudadanos. Una vez constituidos los órganos de gobierno, la participación se convierte en un campo de acción donde la sociedad civil puede y debe hacerse presente en la toma de decisiones políticas, pues estas decisiones afectan su vida cotidiana. `Participación también contiene “aquellas actividades legales emprendidas por ciudadanos que están directamente encaminadas a influir en la selección de los gobernantes”. A esto llamamos cabildeo ciudadano: ciudadanos comprometidos con una agenda social, que vigilan, accionan y evalúan y corrigen el rumbo de las políticas públicas que afectan el bienestar de todos.

Lester W. Milbrath, autor norteamericano de los años sesenta, sugiere que todos los ciudadanos tienen una forma específica de participación. Él compara la arena política con un arena de circo romano en donde concibe tres tipos de participantes: gladiadores, espectadores y apáticos. Sin espectadores, los gladiadores sencillamente dejarían de existir en la democracia, o peor aún, se convertirían en un espectáculo absurdo.

Entre las conclusiones de la investigación de Milbrath resalta que, aunque es prácticamente imposible que todos los ciudadanos participen de manera directa en la vida pública (pues es una situación utópica pensar que todas las personas pueden estar informados sobre todos los temas relevantes de la agenda política y social), es necesaria una cuota de participación en la que los ciudadanos se encuentren informados y activos en cuestiones públicas. Es imprescindible monitorear y evaluar las acciones de los gobernantes, y en caso de haber tomado un rumbo incierto, equivocado, o ilegal, tener la capacidad de corregir el rumbo.

En vísperas de las próximas elecciones son muchos los ciudadanos que expresan su apatía y legítimo disgusto, así como su voluntad de no votar a través de las redes sociales. Es entendible y hasta aplaudible que los ciudadanos, dentro de este contexto, manifiesten las razones por las cuáles han decidido no votar. Entre ellas se lee el disgusto de no querer participar de un sistema que está corrupto y al que no ven posibilidad de salvar.

Usando el ejemplo de Milbrath, hay muchos ciudadanos que han decidido y están decidiendo no participar de un espectáculo absurdo. El bajo porcentaje general de participación en las elecciones es alarmante. En países como Alemania, llegar a un porcentaje tan bajo de participación como el que en México se conoce como “normal” implicaría la caída del sistema. Eso no sólo significaría que el gobierno está haciendo muy mal su tarea, si no que el sistema de gobierno perdería la credibilidad. Si el voto nulo comunica la inconformidad con los candidatos, el no voto comunica la inconformidad con el sistema.

Es indispensable que el gobierno y la ciudadanía escuchen a las voces que están diciendo “no voy a participar de este sistema” porque los políticos, una vez que han sido elegidos, están en esa posición para representar a todas las voces. En una democracia funcional tiene tanto derecho el que expresa su disconformidad no votando como el que está convencido de un partido. En una democracia funcional no existe el “votar por el menos peor” o peor aún, valga la redundancia, “si no votas te jodes y no tienes derecho a reclamar”. Para entrar en una verdadera democracia tenemos que salir de ahí; tenemos que tener la capacidad de comprender e internalizar nuestros derechos y los derechos de todos.

Ejercer la ciudadanía en El país de uno, como diría Denise Dresser. Apropiarse de las calles, en el buen sentido, significa retomar el poder que “nos han quitado”, y lo pongo entre comillas porque no nos sirve de nada tomar el rol de víctimas. En realidad, para que alguien nos quite algo hace falta que renunciemos a que tenemos algún poder, control o influencia sobre nuestro entorno. Hasta cierto punto y por distintas razones hemos permitido que nos arrebaten de la mano el país y casi sin chistar, incluso enojándonos con los que chistan y reclaman sus derechos “porque nos es inconveniente que marchen y paralicen la ciudad”.

En la crisis actual por la que México está pasando es momento de tocar fondo y retomar las riendas de nuestro poder personal, ejercer el poder de los ciudadanos. Es tiempo de hacer una mirada crítica, y muy crítica, sin paleativos, sin engrandecer ni minimizar ningún hecho y sin depender de que “alguien más” lo haga primero o lo haga por nosotros. Dejar de ponerle adjetivos y pretextos a la democracia. Separar la paja del trigo. Dejar ir aquello que no funciona para abrir los ojos y ver nuevas posibilidades.

Es tiempo de acabar con la impunidad, sumarse a iniciativas, denunciar la corrupción, ejercer presión para que se haga justicia. Apoyar informando, debatiendo, escuchando a las necesidades del pueblo, contribuyendo a crear sociedades más justas. Es momento de salir de la mera indignación para pasar a la acción. Tomar nuestro rol como ciudadanos y contribuir a que otros tomen el suyo también. Hoy más que nunca se requiere de una capacidad de escuchar.

Apelando al llamado de la Dra. Dresser a asumirnos como héroes y retomar la valentía del personaje Frodo en El Señor de los Anillos, podemos decir que es imprescindible analizar y distinguir que lo que está mal es que el sistema no es un sistema democrático. Es un sistema feudal con algunas prácticas democráticas. En sus palabras “Una democracia condenada a la baja calidad, a la representación ficticia, al mal desempeño institucional, a partidos políticos alejados de las necesidades de la gente, aunque logren convocar a la gente al zócalo o a la sede partidista. A empresarios que le exigen al estado que cobre más impuestos, pero no al sector privado. A élites políticas adeptas en tomar decisiones cuestionables, corroídas por divisiones internas, incapaces de resolver problemas perennes de desigualdad y violencia. Todo ello producto de un sistema político y económico que demuestra serias fisuras”.

Es responsabilidad de los ciudadanos hacer esa distinción y saber que ese sistema es obsoleto, y nuestro rol es hacernos presentes para defender la vida, cada uno desde su posición. A este llamado no están excluidos los legisladores. Al contrario, lo primero que tiene que cambiar en nuestras mentes es que podamos comprender lo que significa realmente la democracia, para no conformarnos con algo que parece pero que en realidad no lo es y nunca lo será. Sin perder de vista lo anterior y escuchando a las demandas de la sociedad, desde este blog iniciamos y conducimos el diálogo hacia el ¿cómo sí?, pues tenemos claro lo que ya no queremos. Es tiempo de tener claro como sí queremos vivir, como sí queremos actuar, hacia dónde queremos movernos como sociedad. 

Julia Romero @Sashantia1

Comunicóloga y Maestra en Educación Intercultural

Bibliografía:

  • //www.alternancia.com.mx/trabajara-iedf-en-programa-de-promocion-del-voto/.
  • Krauze, Enrique (1997): La presidencia imperial. Ascenso y caída del sistema político mexicano (1940-1996). 1a. ed. Barcelona: Tusquets Editores (3).
  • Maite Azuela (2015): Independientes de chocolate. El Universal.mx. Available online at //www.eluniversalmas.com.mx/editoriales/2015/02/74733.php.
  • Mauricio Merino: La participación ciudadana en la democracia. Cuadernos de Divulgación de la Cultura Democrática. Instituto Federal Electoral //www.ine.mx/documentos/DECEYEC/la_participacion_ciudadana_en_la.htm#autor.
  •  //internacional.elpais.com/internacional/2015/03/11/actualidad/1426103816_030550.html

(Imagen: //lobos-solitarios.blogcindario.com)