Yo prefiero mucho más todo lo referente al trabajo con personas, proyectos, actividades e iniciativas dinámicas que tengan un potencial auto sostenible. A este dinamismo le llamo “la cuarta dimensión.” R. Patterson
En nuestra entrada titulada La RSE y la incidencia: oportunidades para el cuarto sector mencionamos la necesidad de que las OSC`s sean sostenibles. Cada vez son más las organizaciones dedicadas a buscar fondos en los sectores privado y público, y, a pesar de que la RSE se ha convertido en uno de los mejores aliados de las OSC´s, se va haciendo más evidente la necesidad de que el sector social tome algunos de los elementos intrínsecos del sector privado, con el fin de facilitar la autosostenibilidad y tener la capacidad de seguir realizando proyectos sociales sin temor a la quiebra.
Laura Calleros, Titular del Centro para Emprendedores de la Universidad Anáhuac México Sur, afirma que las OSC´s necesitan explorar cómo generar recursos propios: “Cada vez hay menos recursos, pues los grandes fondos como los de Rockefeller ó Gates prefieren invertir en (empresas) y los recursos de la filantropía se dirigen cada vez más hacia África.”
Y es que en cuestiones de marco jurídico, la acción de las OSC´s también está limitada, y muchas veces conlleva procesos largos y poco flexibles que obstaculizan el crecimiento y la continuidad de un proyecto.
A medida que transcurre el tiempo, las OSC´s han ido notando que, al tratar los problemas desde una perspectiva de negocio, es posible trabajar en el sector social para brindar soluciones a los problemas de las comunidades, y también ser sostenibles financieramente, sin depender exclusivamente de las donaciones.
Un ejemplo de este tipo de empresas sociales del cuarto sector es EarthBox México, que promueve la innovación a través de la sustentabilidad para generar productividad en la siembra orgánica. ¿Cuál es su negocio? como parte de un proyecto de la ONU/FAO llamado “The Growing Connection”, que llegó a México a través de la Fundación Selva Negra para apoyar a comunidades Huicholas, EarthBox México se dedica a promover el cuidado del medio ambiente y la nutrición balanceada incentivando la siembra orgánica mediante su producto: cajas de siembra fabricadas con materiales reciclados en México.
Este producto, además de generar ahorro, impacta socialmente al garantizar el abastecimiento alimenticio en las comunidades donde ha sido implementado. También cuenta con un componente de inclusión, ya que una caja puede ser usada tanto por un corporativo urbano como por una comunidad rural, es decir, facilita el cultivo hasta en lugares que no tienen condiciones aptas para ello y promueve un trabajo solidario. La capacitación, asesoría y talleres permiten que la empresa de un seguimiento al uso del producto, siendo co-partícipe de los proyectos que se desarrollan a partir de lo que ellos distribuyen. Así mismo, se incentiva la investigación y el desarrollo local-regional para que, al adaptarse a necesidades específicas, el producto realmente cubra los requerimientos de las zonas (evitando elevar costos).
#cabildeociudadano entrevistó a Robert Patterson, quien además de ser el fundador de EarthBox México, trabajó en la FAO/ONU como Senior Liaison Officer durante casi 30 años consecutivos. Compartimos con nuestros lectores la experiencia de trabajo de una empresa social que hasta el momento sigue dando buenos frutos.
– cabildeociudadano: ¿Por qué y cuándo decidió iniciar su propio proyecto en México?
– Robert Patterson: FAO, como muchas otras grandes organizaciones, ha perdido paulatinamente el interés en actividades operacionales, profundizando más en las charlas y los reportes, lo que yo llamo “la primera y la segunda dimensión”. Yo prefiero mucho más todo lo referente al trabajo con personas, proyectos, actividades e iniciativas dinámicas que tengan un potencial auto sostenible. A este dinamismo le llamo “la cuarta dimensión.”
– CC: ¿Por qué decidió emprender un negocio con metas sociales en lugar de fundar una OSC?
– RP: Nosotros elaboramos lo que se conoce como “producto universal”, que provee un valor tangible para diferentes usuarios (ricos, pobres, gente del área urbana, del área rural); ahí existe un valor agregado para cada uno de los usuarios y para cada EarthBox. En mi definición, “productos universales” son aquellos fáciles de usar y que implican muy pocos costos operativos. Imagine una bicicleta en comparación con un automóvil.
En nuestra experiencia de empresa social, operamos un negocio el cual es manejado por “actual value” más que por valores financieros, donde la clave es la autosostenibilidad, sin que esto quiera decir que se tenga una riqueza desmesurada.
Para operar un negocio con capital propio (scarce) ponemos todo en una linea de riesgo, en lugar de hacerlo como una OSC que funciona con bases más seguras, pero por fuera del valor actual del mercado. Para nosotros fue importante tomar esta decisión donde era “hacer o morir en el intento”, no como una subsididada Potemkin Village.
– CC: ¿Cuáles son las ventajas de ser una empresa y no una OSC?
– RP: Nuestras decisiones son completamente propias, no tenemos que responderle a una junta o a los políticos. Si nos va bien o fallamos no hay razón para sentirnos culpables con nadie.
– CC: ¿Cuáles son las desventajas?
– RP: Capital limitado, especialmente para la promoción, así que tenemos que ser muy acertados y creativos en nuestras actividades.
Algunos representantes de empresas sociales también resaltan entre las ventajas de emprender un negocio con fines sociales, la credibilidad. Lamentablemente, las OSC´s no son tomadas tan en serio como las empresas, pero sí como un negocio; la propuesta es atractiva para los inversionistas, hay más fuentes de recursos que para una OSC y al mismo tiempo es posible acceder a donativos.
Un miembro de la consultora Cirklo menciona la importancia de prepararse ante los nuevos esquemas que están surgiendo: “Si las OSC´s no se capacitan, asesoran o integran a un experto en negocios, su probabilidad de fracasar es muy alta.”
Las empresas con objetivos sociales deben tener claras y bien definidas sus metas, ser responsables y no olvidar su razón de ser, aprovechando las ventajas del mundo de la filantropía más la ventaja del mundo de los negocios.
Para finalizar, compartimos algunas cifras de OSC´s que se han transformado logrando independizarse de los donativos.
(fuente: //www.cnnexpansion.com/expansion/2013/02/08/de-ong-a-empresa)
¿Qué otros ejemplos de empresas sociales conocen? Nos gustaría escuchar sus historias y experiencias al respecto.
(imagen: www.luismaram.com)
Valery Rojas,
Politóloga y Blogger
@chanteler