La homosexualidad no es una enfermedad genética. Sólo un comportamiento anormal adoptado por miembros de la sociedad.
Cada país tiene su proceso, sí, pero los derechos humanos son inalienables y ninguna ley debería atentar deliberadamente contra ellos, ni promover la discriminación a ningún grupo social. El caso reciente de Uganda, como muchos otros, resulta un arma de doble filo; por un lado tenemos la imperativa defensa de los derechos humanos, para la cual es necesaria la intervención de la sociedad civil, tanto ugandesa como internacional, y por otro lado, hay una gran resistencia (hasta cierto punto razonable) ante el intervencionismo de las potencias y el respeto a las decisiones que cada nación realiza autónoma y soberanamente.
Es indispensable el fortalecimiento de los derechos humanos en todos los niveles y en todos los sectores de la sociedad ugandesa. La sensibilización de la sociedad hacia el respeto mutuo, la libertad sexual, la libertad de creencias, y sobre todo el derecho a la diversidad humana son una tarea fundamental para la resolución de este conflicto. Este caso nos muestra las áreas a fortalecer en el país, así como los grandes retos de la lucha por los derechos humanos a nivel mundial. Para lograr una sociedad más igualitaria y sin discriminación de ningún tipo se requiere de un proceso largo y consecuente en la educación para la diversidad.
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//mexico.cnn.com/mundo/2014/02/25/el-presidente-de-uganda-niega-a-los-homosexuales-el-derecho-a-serlo
Julia Romero
Comunicóloga y Maestra en Educación Intercultural
@Sashantia1
(imagen: www.contrapuntonews.com)