Por: Julia Romero
TWT: @sashantia1
Agosto 2013
En un evento de tecnología conocí a un hombre que me inspiró a cambiar de rumbo. En los primeros dos minutos de su plática me di cuenta que había algo muy fuerte en él que me hizo quedarme y escucharlo, incluso cuando tenía planeado escuchar una plática sobre programas de educación espaciales que sucedía al mismo tiempo en el pódium de al lado, la cual me interesaba muchísimo. Decidí quedarme a escuchar a Bandi Mbubi de la organización Congo Calling. Desde entonces no puedo dejar de escuchar su mensaje dentro de mí.
Hoy en día Bandi es un amigo muy querido al que busco apoyar incondicionalmente. En cuanto surgió la oportunidad de hablar sobre el tema “África: el continente olvidado” supe que tenía que escuchar lo que Bandi tenía que decir al respecto, así que lo entrevisté.
Últimamente he oído y leído éste término en distintos artículos y noticias, y entonces me pregunto, si es esto una verdad o simplemente una percepción y de quién, ¿pensarán los africanos lo mismo? ¿es posible olvidar a todo un continente?
Estoy segura de que todos estamos conectados, hoy más que nunca, y que hay personas que leerán con el corazón este artículo y sabrán inmediatamente que hay mucho que podemos hacer para contribuir a que el mundo cada día sea un lugar mejor para todos.
Bandi es un activista que fue forzado dejar atrás su hogar y a muchos familiares y amigos en el Congo a los 21 años de edad, porque su convicción de cambiar al sistema era inconveniente para algunos, así que tuvo que salir de la República Democrática del Congo para refugiarse en Londres. De haberse quedado, probablemente no hubiera podido continuar con su proyecto. Así que los últimos veinte años de su vida ha continuado como activista fuera de su hogar.
Desde ahí apoya al su tierra natal haciendo pública una situación que la mayoría del mundo desconoce. Bandi tiene muy claro cuál es su mensaje, la adquisición de minerales para el desarrollo de tecnología no puede seguir por el mismo camino, causando terror y muerte a la población congolesa. Las compañías que producen la tecnología de la que hoy disfrutamos tienen que parar el conflicto en el Congo, tienen que responsabilizarse, pero sobre todo, son los usuarios de la tecnología los que tienen que estar informados sobre la situación en el Congo, y tomar una decisión. Cuándo yo le pregunté a Bandi que qué sentía al escuchar que África era un continente olvidado me contestó lo siguiente:
“Bueno, yo creo que es una paradoja, porque Africa está olvidada pero no está olvidada”
Olvidada en el sentido de que, en general, los medios masivos de comunicación no cubren lo que sucede en África, y cuando lo hacen, hablan regularmente sobre temas muy difíciles como la guerra y cosas así. En ese sentido, no cubren realmente a las personas, el África real, no muestran lo vibrante de las personas ahí, las aspiraciones que la gente tiene, las aspiraciones de cambio social y politico, las aspiraciones a una vida mejor, a crear un mejor futuro para sí mismos.
Así que en ese sentido, África está olvidada, pero no por sus ciudadanos, si no por el resto del mundo. Porque realmente no sabemos lo que pasa con los ciudadanos, y de esa manera tampoco ayudamos a crear mejores políticas de intercambio con África. También es cierto que muchos gobiernos y compañías del oeste hacen negocios en África, pero en general las políticas públicas que de ahí se derivan no están formadas por la opinion pública, y eso es lo que realmente les falta. En el caso del Congo, las riquezas del país han sido valuadas por el Programa de Recursos Naturales de la O.N.U, y han sido estimados en más de 24 trillones de dólares.
“Sabes, ninguna compañía de tecnología puede decir que no saben lo que pasa en el Congo, por ejemplo, éstas compañías saben acerca del Congo porque de ahí vienen sus materias primas, asi que ¿cómo pueden decir que no saben sobre Africa?”
Esto fue algo que realmente me aterrizó, cómo es posible que hoy en día con tanta información, y el fácil acceso, no sepamos ¿de dónde vienen las cosas?, y cuál es su implicación en nuestras vidas cotidianas y la implicación de nuestras decisiones en las vidas de otros. Y todo se reduce a un mineral extremadamente poderoso llamado Tantalum, mejor conocido como Coltan, un anticorrosive que abunda en el país y que es usado para producir smartphones, laptops, play stations, tecnología espacial y equipos medicos.
Cuando Bandi inició su plática en aquella conferencia de tecnología, que incluso es posible verla en TED, comenzó por preguntarle a la audiencia que cuantos de ellos poseían smartphones y si los podían sostener por un momento en alto. Entonces Bandi continuó con su plática diciendo “hoy les voy a mostrar cómo tienen ustedes que ver con el Congo, y cómo el Congo tiene que ver con ustedes”. En ése momento me atrapó, sabía que tenía que hacer algo al respecto y hoy en día para mí, parte de ese algo es contárselo a ustedes queridos lectores.
Continuó diciendo cómo ésa misma tecnología que simplifica nuestras vidas, y con que a veces no podemos imaginar vivir sin ella, es la misma que está causando una guerra en el Congo, donde se usa el abuso sexual como arma de guerra para aterrorizar a la población y despoblar las zonas mineras, obligando a muchísimas personas a abandonar sus hogares. De ésta forma se extrae el mineral que hace que nuestros dedos se deslicen con una facilidad sublime en el touch screen. Los componentes que se necesitan para producir esa tecnología se están extrayendo del Congo, y esa es la paradoja. Más de cinco millones de personas han muerto debido a esta guerra, y otros millones más han sido violados, torturados y esclavizados por grupos armados, entre los cuales hay 30,000 niños, para obtener los minerales.
“Pero todavía no tiren sus teléfonos a la basura” (Bandi, TED 2012)
Por que es ésa misma tecnología la que ha ayudado a dar a conocer la situación en el Congo. Es por eso que Bandi decidió hacer una campaña para concientizar a individuos y empresas acerca del uso responsable de la tecnología. Porque sí es posible adquirir minerales que no están propiciando el conflicto. Para estas compañías África no está olvidada, África es el lugar donde están hacienda mucho dinero. Pero de alguna manera, los ciudadanos del mundo no están haciendo esa conexión.
Después de eso, le pregunté que cuál era su visión de México y cuál es el mensaje que quisiera compartir con los mexicanos. Yo estaba ansiosa por escuchar su respuesta, porque muchas veces ejercemos la autocrítica a tal nivel, que dejamos de ver las partes en las que hemos crecido, y aunque hay muchísimas cosas por mejorar en México, a veces perdemos de vista que sí hemos avanzado, y ver una sola cara de la realidad, es tan cegador como querer ver las cosas desde una sola dimensión. Somos también parte de un contexto mundial, e incluso somos privilegiados en cuanto a los recursos naturales que existen en el país, el clima, las costas, en fin, sin negar lo que todavía nos queda por resolver. En ése sentido Bandi me respondió que México tiene sus propios problemas pero que si nosotros comparáramos los problemas que tiene el Congo, con los que tiene México, son dos mundos completamente diferentes. El problema en el Congo, es que aunque la sociedad civil está haciendo muchas cosas para crear un futuro mejor, todavía no está conectada con el resto del mundo. Y eso es un paso muy grande y muy necesario para poder cambiar la situación.
En ese sentido, Bandi ve a México como un país sumamente estable, incluso con sus problemas, pero estable, con una sociedad civil que se está desarrollando de una manera increíble y de la cual están naciendo muchos proyectos importantes para el país. Esa sociedad civil está también comunicada con el exterior, y se retroalimenta y eso es algo a lo que los congoleses aspiran. Ellos aspiran a contactar con la sociedad civil en México y poder presentar la iniciativa Congo Calling, de la cual Bandi es presidente y fundador, para informar y alentar a los mexicanos y al resto de los países latinoamericanos a ser más responsables sobre el uso de la tecnología, a ejercer presión y exigir a las empresas que producen ésta tecnología, productos que no apoyen o financien al conflicto, de compañías como Apple que está comenzando a ser más responsable, o Sony, y tal vez no de HTC. En twitter se pueden encontrar muchas de éstas iniciativas bajo los hashtags #conflictfree #minerals.
“Nosotros queremos que los mexicanos sean más responsables en el uso de la tecnología y se solidaricen con la gente en el Congo. Si México empieza a hacer eso, puede inspirar también a otros países Latinoamericanos”.
La relación entre México y el Congo tiene un gran potencial de aprendizaje y de intercambio para ambos países, tanto cultural como económico pues la República Democrática del Congo es un país abundante en recursos naturales y con un gran potencial de desarrollo. Es por eso que al final de la entrevista le pregunté que cuál es el mensaje que él quisiera transmitir a los mexicanos, a esto él me respondió:
“Hubo una época en que todo el mundo se unió para tirar al sistema de apartheid que suprimió a millones de personas en África, todo el mundo se unió, incluso México, la gente no quiso que el sistema de apartheid sobreviviera y gracias a eso se resolvieron muchísimos problemas e injusticias en el sur de África, hoy, en este tiempo cerca de la mitad de las personas en el Congo han muerto. Y México tiene que guiar al mundo, México tiene que mostrarle al mundo el camino para unirse y detener las matanzas en el Congo, tiene que detener a las compañías que van al Congo y hacen negocios con cualquiera para fabricar tecnología que está siendo usada para matar a la gente. Y México puede asegurarse de presionar a las compañías para que sean más responsables en cuanto a la adquisición de sus materiales para la producción de tecnología, y hacer contacto con la gente allá que solo quiere vivir una vida en paz como el resto del mundo. Y si México lo hace, estoy seguro de que otros países de Latinoamérica van a seguirlo, y las cosas pueden suceder. ¡México tiene que guiar al mundo a ayudar al Congo para detener las matanzas!”
Sus hijos David y Daniel pudieron conocer a sus abuelos a través de skype, y eso es posible gracias a la tecnología. ¿Porqué permitir que algo tan maravilloso y necesario cause tanto sufrimiento innecesario? Es trascendente que como usuarios demandemos de las compañías tecnológicas que cambien sus procesos de obtención de recursos. Hoy en día demandamos fair trade para la comida, para el café, incluso para la ropa, es tiempo de demandar fair trade smartphones.
Más información acerca de Bandi y de Congo Calling en www.congocalling.org