Archivos anuales

2013

Por:  Julia Romero

TWT: @sashantia1

Agosto 2013

 

En un evento de tecnología conocí a un hombre que me inspiró a cambiar de rumbo. En los primeros dos minutos de su plática me di cuenta que había algo muy fuerte en él que me hizo quedarme y escucharlo, incluso cuando tenía planeado escuchar una plática sobre programas de educación espaciales que sucedía al mismo tiempo en el pódium de al lado, la cual me interesaba muchísimo. Decidí quedarme a escuchar a Bandi Mbubi de la organización Congo Calling. Desde entonces no puedo dejar de escuchar su mensaje dentro de mí.

Hoy en día Bandi es un amigo muy querido al que busco apoyar incondicionalmente. En cuanto surgió la oportunidad de hablar sobre el tema “África: el continente olvidado” supe que tenía que escuchar lo que Bandi tenía que decir al respecto, así que lo entrevisté.

Últimamente he oído y leído éste término en distintos artículos y noticias, y entonces me pregunto, si es esto una verdad o simplemente una percepción y de quién, ¿pensarán los africanos lo mismo? ¿es posible olvidar a todo un continente?

Estoy segura de que todos estamos conectados, hoy más que nunca, y que hay personas que leerán con el corazón este artículo y sabrán inmediatamente que hay mucho que podemos hacer para contribuir a que el mundo cada día sea un lugar mejor para todos.

Bandi es un activista que fue forzado dejar atrás su hogar y a muchos familiares y amigos en el Congo a los 21 años de edad, porque su convicción de cambiar al sistema era inconveniente para algunos, así que tuvo que salir de la República Democrática del Congo para refugiarse en Londres. De haberse quedado, probablemente no hubiera podido continuar con su proyecto. Así que los últimos veinte años de su vida ha continuado como activista fuera de su hogar.

Desde ahí apoya al su tierra natal haciendo pública una situación que la mayoría del mundo desconoce. Bandi tiene muy claro cuál es su mensaje, la adquisición de minerales para el desarrollo de tecnología no puede seguir por el mismo camino, causando terror y muerte a la población congolesa. Las compañías que producen la tecnología de la que hoy disfrutamos tienen que parar el conflicto en el Congo, tienen que responsabilizarse, pero sobre todo, son los usuarios de la tecnología los que tienen que estar informados sobre la situación en el Congo, y tomar una decisión. Cuándo yo le pregunté a Bandi que qué sentía al escuchar que África era un continente olvidado me contestó lo siguiente:

“Bueno, yo creo que es una paradoja, porque Africa está olvidada pero no está olvidada”

Olvidada en el sentido de que, en general, los medios masivos de comunicación no cubren lo que sucede en África, y cuando lo hacen, hablan regularmente sobre temas muy difíciles como la guerra y cosas así. En ese sentido, no cubren realmente a las personas, el África real, no muestran lo vibrante de las personas ahí, las aspiraciones que la gente tiene, las aspiraciones de cambio social y politico, las aspiraciones a una vida mejor, a crear un mejor futuro para sí mismos.

Así que en ese sentido, África está olvidada, pero no por sus ciudadanos, si no por el resto del mundo. Porque realmente no sabemos lo que pasa con los ciudadanos, y de esa manera tampoco ayudamos a crear mejores políticas de intercambio con África. También es cierto que muchos gobiernos y compañías del oeste hacen negocios en África, pero en general las políticas públicas que de ahí se derivan no están formadas por la opinion pública, y eso es lo que realmente les falta. En el caso del Congo, las riquezas del país han sido valuadas por el Programa de Recursos Naturales de la O.N.U, y han sido estimados en más de 24 trillones de dólares.

“Sabes, ninguna compañía de tecnología puede decir que no saben lo que pasa en el Congo, por ejemplo, éstas compañías saben acerca del Congo porque de ahí vienen sus materias primas, asi que ¿cómo pueden decir que no saben sobre Africa?”

Esto fue algo que realmente me aterrizó, cómo es posible que hoy en día con tanta información, y el fácil acceso, no sepamos ¿de dónde vienen las cosas?, y cuál es su implicación en nuestras vidas cotidianas y la implicación de nuestras decisiones en las vidas de otros. Y todo se reduce a un mineral extremadamente poderoso llamado Tantalum, mejor conocido como Coltan, un anticorrosive que abunda en el país y que es usado para producir smartphones, laptops, play stations, tecnología espacial y equipos medicos.

Cuando Bandi inició su plática en aquella conferencia de tecnología, que incluso es posible verla en TED, comenzó por preguntarle a la audiencia que cuantos de ellos poseían smartphones y si los podían sostener por un momento en alto. Entonces Bandi continuó con su plática diciendo “hoy les voy a mostrar cómo tienen ustedes que ver con el Congo, y cómo el Congo tiene que ver con ustedes”. En ése momento me atrapó, sabía que tenía que hacer algo al respecto y hoy en día para mí, parte de ese algo es contárselo a ustedes queridos lectores.

Continuó diciendo cómo ésa misma tecnología que simplifica nuestras vidas, y con que a veces no podemos imaginar vivir sin ella, es la misma que está causando una guerra en el Congo, donde se usa el abuso sexual como arma de guerra para aterrorizar a la población y despoblar las zonas mineras, obligando a muchísimas personas a abandonar sus hogares. De ésta forma se extrae el mineral que hace que nuestros dedos se deslicen con una facilidad sublime en el touch screen. Los componentes que se necesitan para producir esa tecnología se están extrayendo del Congo, y esa es la paradoja. Más de cinco millones de personas han muerto debido a esta guerra, y otros millones más han sido violados, torturados y esclavizados por grupos armados, entre los cuales hay 30,000 niños, para obtener los minerales.

“Pero todavía no tiren sus teléfonos a la basura” (Bandi, TED 2012)

Por que es ésa misma tecnología la que ha ayudado a dar a conocer la situación en el Congo. Es por eso que Bandi decidió hacer una campaña para concientizar a individuos y empresas acerca del uso responsable de la tecnología. Porque sí es posible adquirir minerales que no están propiciando el conflicto. Para estas compañías África no está olvidada, África es el lugar donde están hacienda mucho dinero. Pero de alguna manera, los ciudadanos del mundo no están haciendo esa conexión.

Después de eso, le pregunté que cuál era su visión de México y cuál es el mensaje que quisiera compartir con los mexicanos. Yo estaba ansiosa por escuchar su respuesta, porque muchas veces ejercemos la autocrítica a tal nivel, que dejamos de ver las partes en las que hemos crecido, y aunque hay muchísimas cosas por mejorar en México, a veces perdemos de vista que sí hemos avanzado, y ver una sola cara de la realidad, es tan cegador como querer ver las cosas desde una sola dimensión. Somos también parte de un contexto mundial, e incluso somos privilegiados en cuanto a los recursos naturales que existen en el país, el clima, las costas, en fin, sin negar lo que todavía nos queda por resolver. En ése sentido Bandi me respondió que México tiene sus propios problemas pero que si nosotros comparáramos los problemas que tiene el Congo, con los que tiene México, son dos mundos completamente diferentes. El problema en el Congo, es que aunque la sociedad civil está haciendo muchas cosas para crear un futuro mejor, todavía no está conectada con el resto del mundo. Y eso es un paso muy grande y muy necesario para poder cambiar la situación.

En ese sentido, Bandi ve a México como un país sumamente estable, incluso con sus problemas, pero estable, con una sociedad civil que se está desarrollando de una manera increíble y de la cual están naciendo muchos proyectos importantes para el país. Esa sociedad civil está también comunicada con el exterior, y se retroalimenta y eso es algo a lo que los congoleses aspiran. Ellos aspiran a contactar con la sociedad civil en México y poder presentar la iniciativa Congo Calling, de la cual Bandi es presidente y fundador, para informar y alentar a los mexicanos y al resto de los países latinoamericanos a ser más responsables sobre el uso de la tecnología, a ejercer presión y exigir a las empresas que producen ésta tecnología, productos que no apoyen o financien al conflicto, de compañías como Apple que está comenzando a ser más responsable, o Sony, y tal vez no de HTC. En twitter se pueden encontrar muchas de éstas iniciativas bajo los hashtags #conflictfree #minerals.

“Nosotros queremos que los mexicanos sean más responsables en el uso de la tecnología y se solidaricen con la gente en el Congo. Si México empieza a hacer eso, puede inspirar también a otros países Latinoamericanos”.

La relación entre México y el Congo tiene un gran potencial de aprendizaje y de intercambio para ambos países, tanto cultural como económico pues la República Democrática del Congo es un país abundante en recursos naturales y con un gran potencial de desarrollo. Es por eso que al final de la entrevista le pregunté que cuál es el mensaje que él quisiera transmitir a los mexicanos, a esto él me respondió:

“Hubo una época en que todo el mundo se unió para tirar al sistema de apartheid que suprimió a millones de personas en África, todo el mundo se unió, incluso México, la gente no quiso que el sistema de apartheid sobreviviera y gracias a eso se resolvieron muchísimos problemas e injusticias en el sur de África, hoy, en este tiempo cerca de la mitad de las personas en el Congo han muerto. Y México tiene que guiar al mundo, México tiene que mostrarle al mundo el camino para unirse y detener las matanzas en el Congo, tiene que detener a las compañías que  van al Congo y hacen negocios con cualquiera para fabricar tecnología que está siendo usada para matar a la gente. Y México puede asegurarse de presionar a las compañías para que sean más responsables en cuanto a la adquisición de sus materiales para la producción de tecnología, y hacer contacto con la gente allá que solo quiere vivir una vida en paz como el resto del mundo. Y si México lo hace, estoy seguro de que otros países de Latinoamérica van a seguirlo, y las cosas pueden suceder. ¡México tiene que guiar al mundo a ayudar al Congo para detener las matanzas!”

Sus hijos David y Daniel pudieron conocer a sus abuelos a través de skype, y eso es posible gracias a la tecnología. ¿Porqué permitir que algo tan maravilloso y necesario cause tanto sufrimiento innecesario? Es trascendente que como usuarios demandemos de las compañías tecnológicas que cambien sus procesos de obtención de recursos. Hoy en día demandamos fair trade para la comida, para el café, incluso para la ropa, es tiempo de demandar fair trade smartphones.

Más información acerca de Bandi y de Congo Calling en www.congocalling.org

Recientemente se ha podido observar en los medios de comunicación el camino que las reformas estructurales están siguiendo en nuestro país. México necesita urgentemente algunos cambios profundos que lo vuelvan mucho más competitivo y que lo doten con herramientas globales que le permitan insertarse en una nueva realidad mundial.

En ese sentido, la llegada en diciembre de 2012 del Presidente Enrique Peña Nieto marcó una nueva tendencia reformista para la nación, pues una de las primeras acciones que se llevaron a cabo fue la firma del “Pacto por México”, mismo que ha servido como vehículo de negociación entre las diferentes fuerzas políticas. Como se puede sospechar, siempre que un gobierno comienza, debe aprovechar el periodo de gracia natural que se le ha de conceder en la esfera pública para este tipo de acciones concretas.

El “Pacto por México” ha permitido transitar algunas reformas importantes, como por ejemplo la de telecomunicaciones y la educativa, sin embargo, se acerca en los próximos periodos en que el Congreso habrá de sesionar extraordinaria u ordinariamente la “madre de todas las batallas”: la reforma energética. ¿Por qué razón lo anterior? Precisamente porque este tópico está fuertemente anclado a los atavismos culturales mexicanos que se han formado a luz de muchos años y sobre los cimientos de una cultura política profundamente arraigada en torno a temas tabú, como es la soberanía energética.

Por tal razón, la campaña de negociación para avanzar la reforma energética no nada más tiene que ver con negociar con las fuerzas opositoras su aprobación, sino que tiene que empezar por convencer a los mexicanos que “el petróleo sigue siendo de todos”. No obstante lo anterior, la retórica contraria, como por ejemplo la utilizada por Andrés Manuel López Obrador en el sentido que la reforma es “el robo del siglo” para México, cae en tierra profundamente fértil para la desinformación, la manipulación política y la consecución de réditos de índole política y pública partidista.

El gobierno federal enfrentará una de sus pruebas más complejas y el “Pacto por México” será sometido a gran presión para dar resultados. A pesar de lo anterior, el “pacto” ha sobrevivido ya a una elección intermedia (local) y parece que aún le queda un poco de vida. Probablemente esto se deba a que la oposición política está pulverizada, pero aún a pesar de ello, se debe aprovechar todo lo que este pacto puede aún generar. Quizá no vuelva a existir otra oportunidad de negociar políticamente las cosas como está sucediendo ahora mismo. El Gobierno de la República tendrá nuevos desafíos (como por ejemplo, la inseguridad en México o lidiar con el tema de cooperación en dichos asuntos con Estados Unidos) y va a requerir todo el potencial de que es capaz. Aún mejor si todo esto sucede después de que las reformas se aprueben y México comience a despegar su vuelo en el ámbito económico.

En 1985, el conocido narcotraficante mexicano Rafael Caro Quintero fue encarcelado por el asesinato del agente de la DEA, Enrique Camarena. Mejor conocido como el “Kikín”, Camarena vivió infiltrado en las organizaciones criminales hasta que fue descubierto, torturado y asesinado por orden de Caro Quintero. La herida desde entonces ha quedado abierta para los Estados Unidos, que han reconocido como héroe a Camarena por su fatídico final, por la labor de espionaje que desarrolló durante largo tiempo y que permitió tener conocimiento más preciso de los pasos que daba Caro Quintero, apodado el “abuelo” del narcotráfico en México.

La liberación del capo fue leída en varios círculos políticos y  mediáticos en los Estados Unidos como una señal contradictoria en la colaboración bilateral contra el crimen organizado. Diversos actores de la vida política del vecino país del norte mostraron su indignación ante la medida y cuestionaron los motivos por los cuales el gobierno mexicano había liberado al narcotraficante. Sin abundar demasiado en las particularidades y detalles del asunto, los estadunidenses adujeron el hecho a la corrupción del sistema judicial mexicano.

En ese sentido, para externar su descontento, utilizaron como ejemplo cuando ellos  liberaron a la “Reina del Pacífico” en su país, avisando primeramente a las autoridades mexicanas de ello, porque sabían que, a pesar de haber librado la cárcel en EUA, tenía todavía cuentas pendientes en México. Si el Gobierno de Estados Unidos hizo eso –dijeron – por qué el de México no avisó a éste de la liberación del capo, quien todavía tenía que pagar por sus crímenes en el vecino del norte.

Lo que está en el trasfondo de este intercambio de posturas, posicionamientos y declaraciones es la duda latente de los organismos de justicia de Estados Unidos respecto a la “estrategia” de política pública del Presidente Peña Nieto en materia de seguridad. En ese sentido, arguyen ellos, no existe una definición clara de cuál es la ruta que el Gobierno de México seguirá y qué acciones concretas llevará a cabo para que la lucha contra el crimen continúe, de acuerdo con sus propios estándares y medidas. La misma pregunta empieza a ser repetida entre los líderes de opinión mexicanos y poco a poco también entre la ciudadanía. Caro Quintero es tan simbólico como la Quina o Elba Esther Gordillo, en este caso con implicaciones sumamente desfavorables para el gobierno mexicano.

No obstante lo anterior, quedará en el terreno de la especulación cuáles fueron los verdaderos motivos por los cuales salió libre el “Caro Quintero”. Se podría especular de un “pacto” con los criminales, de una “negociación”, de un “ajuste de cuentas”… el caso es que ninguna explicación tendrá los suficientes argumentos para validarse, sin embargo, lo que queda claro es que México necesita virar el rumbo de su fallida estrategia contra la delincuencia organizada, y aunque los costos o beneficios de ello no están claros aún, parece que el gobierno no atina a elaborar una narrativa coherente, que otorgue certeza a los mexicanos y que atienda verdaderamente el problema. Difícil tópico para cualquiera.

Recientemente se ha dado a conocer que el Congreso de la Unión, en específico la Comisión Permanente, aprobó la convocatoria para que durante las últimas dos semanas de agosto se lleve a cabo el segundo periodo extraordinario de sesiones. Los coordinadores parlamentarios han dejado claro que dos de los temas principales que habrán de ser abordados durante este tiempo son: la presentación de una reforma política y de una reforma energética.

En específico, en el tema de la reforma energética, el Presidente Peña anunció que el próximo jueves presentará su propia propuesta de legislación energética; a la par, el Grupo Parlamentario del PAN hizo ya un primer lanzamiento sobre la mesa, presentando su propia propuesta de reforma. Pero adicionalmente, el mismo grupo condicionó la aprobación de la reforma energética a la aprobación primero de una reforma político – electoral que garantice condiciones de competencia política totalmente diferentes (por ejemplo, permitiendo la reelección de alcaldes y legisladores).

Ahora bien, cuando se quiere analizar con detalle la negociación de dichas reformas, no resulta fácil hacerlo por la tremenda pulverización de la oposición política en México. El PAN y el PRD se encuentran fraccionados internamente en dos (o más) grupos antagónicos al interior de cada partido, que más que posiciones ideológicas contrarias, luchan por mantener un poco del control administrativo y económico de los espacios de poder que les quedan.

Sin embargo, uno de los escenarios más viables para la aprobación de las reformas es que el Gobierno de la República opte por negociar con los legisladores de manera individual para llevar adelante sus planes (con o sin el Pacto por México). La pregunta sería si bajo ese escenario los intereses ciudadanos estarán efectivamente representados y si los partidos políticos ganan o pierden legitimidad y representatividad frente a los próximos comicios.

Por último, resulta importante destacar que en aras de mantener una estrategia política que le gane legitimidad, el Gobierno Federal podría encontrar algunos obstáculos durante la negociación. Además, como ya se dijo anteriormente, varios frentes parecerían estar abriéndose, como por ejemplo la situación de inseguridad en Michoacán, que está muy cerca de la situación por la que Calderón pasó  que derivó en el envío de tropas federales al estado.

Lo anterior representa una tormenta que podría formarse sobre el Gobierno Federal, y en donde tendría que maniobrar estratégicamente para sortear todos los difíciles obstáculos que se posan sobre dicha administración. Conforme avanzan los días la realidad se recrudece, la “luna de miel” de la actividad legislativa pierde fuerza y la oposición se diluye. Esto no parece convenir a nadie, empezando por los propios partidos.

Durante el sexenio del Presidente Felipe Calderón fue evidente que la prioridad del gobierno federal giró en torno a la seguridad, el combate al crimen organizado y la violencia en México. Desde el inicio de la administración calderonista en 2006, desde el “operativo conjunto Michoacán” quedó claro que el entonces presidente habría de enfocar sus esfuerzos en una lucha encarnizada contra la delincuencia que cobraría las vidas (por una u otra razón) de miles de mexicanos.

Muchas cuestiones quedaron irresueltas en esos años; por ejemplo, si el Presidente Calderón lanzó la ofensiva pero no tenía idea de lo que habría de suceder posteriormente, o si bien, fue una estrategia para ganar legitimidad política. Lo cierto es que más allá de toda consideración inicial, los resultados son bien conocidos por todos en la esfera nacional e internacional.

En ese sentido, el Gobierno del Presidente Peña Nieto optó por seguir una estrategia distinta y decidió erradicar del discurso político toda muestra o signo del tema de la seguridad. Dejó de tratarse en todo discurso oficial, y la prensa comenzó a reportar otras cosas. La seguridad dejó de ser el eje de las relaciones bilaterales y de la política exterior mexicana para dar a paso a la cuestión económica, comercial, turística y financiera. Finalmente cada gobierno es libre de ordenar las prioridades en materia de política pública que mejor le parecen convenientes y de seguir la línea de acción más acertada desde su punto de vista y desde sus propios análisis, encuestas o estrategias políticas y de gobierno. No obstante, la realidad siempre acaba por imponerse.

El asesinato del Vicealmirante Carlos Miguel Salazar Ramonet, comandante de la Zona Naval en Puerto Vallarta y emboscado y ultimado en el estado de Michoacán, representa el primer asesinato de alto nivel en el gobierno de Peña Nieto. Por más que los medios de comunicación o los discursos politicos pretendan eliminar el tema de la delincuencia, la violencia o la inseguridad, la realidad siempre acaba por imponerse y hay noticias que no es posible ocultar o minimizar. Lejos de lo anterior, hacerlo sería un error de cálculo político.

La pregunta fundamental entonces radica en qué acción o rumbo habrá de tomar el Gobierno de la República. No debe callar el hecho y esconder la terrible realidad que sigue imperando para muchos mexicanos actualmente en ciertos estados de la República, pero debe actuar de manera inteligente, sigilosa y ágil, que haga ver que tiene las “riendas” de la situación. De otra manera el costo político resultaría mucho más amplio. Por tal motivo, las decisiones que el gobierno emprenda de ahora en adelante en la materia tendrán que ser profunda y concienzudamente analizadas, y sobretodo, deberán dar al ciudadano la sensación que el gobierno tiene un rumbo.

 

Por: Julia Romero

Inspirada por las conferencias de la UNESCO sobre las directrices para las políticas de aprendizaje móvil, junto con una gran cantidad de información que últimamente he leído acerca de índices sobre la educación en México, los comparativos con el llamado “primer mundo” y al ver el documental de “De Panzazo” de Loret de Mola, decidí escribir sobre mi propia experiencia como Mexicana en el extranjero. Sobre los retos, las frustraciones y experiencias que eso significó para mí, pero también sobre los aprendizajes y cómo eso ha cambiado mi visión sobre la educación en México en general.

Vivo en Berlín, una ciudad fascinante y completamente multicultural. Hay veces, que cuando voy en el metro, siento la sensación de no saber bien dónde estoy. Pues oigo tantos idiomas tan diferentes al día que en ciertas zonas de Berlín me siento como en Francia, en otras como en Turquía, Vietnam, España o incluso en Arabia Saudita.

Decidí venir después de sentir una corazonada que me llamaba a ir a Alemania a como diera lugar, siendo que la primera vez que visité Berlín me fascinó, busqué cursos o estudios de posgrado que me pudieran permitir vivir suficiente tiempo allí como para sentir la vida real del lugar. No la del turista, que solo pasa por los lugares indicados en la guía del hotel, o que se dedica a visitar monumentos al holocausto en Alemania, no, yo quería sentir la vida. Y por eso, hacerlo a través de estudiar algo me pareció la mejor opción.

En realidad soy apasionada del aprendizaje y de la enseñanza, una de las funciones básicas de la comunicación. Disfruto de conocer a personas, lugares, situaciones y diferentes perspectivas. Fue así como encontré una maestría que era perfecta para mí. Un máster especializado en la educación intercultural en Alemania. Con temas como la transmisión de conocimientos en la sociedad multicultural, el estudio de la educación anti-racismo y anti- discriminación, la historia de la migración europea y la psicología de la migración en la sociedad multicultural. Para mí todo eso sonaba fascinante, era una gran motivación. Más allá del título que iba a obtener, que en realidad para mí no tenía ninguna relevancia, yo quería ir a vivir esos temas en esa fantástica ciudad.

Así que me aventuré, ahorré muchísimo para pagarme los estudios, lo cual incluso me sorprendió lo poco que costó el master completo de un año y medio en comparación de la educación superior privada en México, y simplemente me despedí de mi amado DF para saltar al vacío.

En cuanto llegué me sorprendieron muchísimas cosas, todas formaban parte de mi aprendizaje y la mayoría eran incluso parte del programa de estudios. Como por ejemplo, que como preparación para la primera semana de clases se nos pidió que leyéramos una serie de libros que nos adentraran en el contexto de la educación en Alemania, e incluso se nos pidió que trajéramos de casa un objeto que consideráramos que representa un obstáculo y/o una oportunidad para la sociedad multicultural. Desde ese momento me dí cuenta del reto en el que me había metido. A eso le siguió una semana introductoria en la que nos embarcamos los 28 estudiantes de más de 10 países, incluyendo Chile, Bolivia, Turquía, Finlandia, Alemania, Estados Unidos, Grecia, Dinamarca, Algeria, Rumania, República Checa, Rusia, Ucrania y México, y provenientes de los contextos más diversos, desde las ultra-metrópolis como yo, y los provenientes de pueblos de no más de 20,000 habitantes. Todos preparados para conocernos más y tener una probadita de los retos que implica sostener a una sociedad multicultural.

Hacíamos actividades, aprendíamos y nos expresábamos a través de juegos y dinámicas que nos ayudaban a comprender mejor y desde distintas perspectivas. Acabábamos exhaustos. A cada segundo se me abría el mundo. Yo me consideraba una persona abierta, y nunca me había dado cuenta de lo que implica convivir en una sociedad tan diversa, con tantas maneras de pensar distintas, y sobre todo sin juzgarlas y sin catalogarlas. Incluso desde las cosas que parecen muy simples y que la mayoría de las veces damos por sentado, como por ejemplo el saber discutir. Eso no debería sonarme nuevo, si después de todo, estudié Ciencias de la Comunicación. Pero en la vida cotidiana práctica y ante tanta diversidad, incluso eso se convierte en algo muy complejo. Me dí cuenta de que mi capacidad de discutir era casi nula en comparación con mis compañeros.

Los primeros meses del máster me sentí como si me hubieran faltado años de estudio, o más bien (porque sí estudié bastante), sentí que me faltó preparación. En ciertos momentos me apaniqué, siendo el idioma ya suficiente reto, pues casi todos los cursos eran en alemán y solo algunos en inglés. Más allá de eso, la mayoría de mis compañeros poseían una capacidad de análisis natural que a mi me costaba muchísimo trabajo. Ellos tenían la capacidad de discutir.

Para discutir se necesita respetar y sobre todo saber escuchar. Ahí fue cuando me di cuenta de que en mi entorno, más allá de la Universidad, es muy difícil discutir, pues más bien la mayoría de la gente que escucha la palabra discutir inmediatamente piensa en pelear. Cuando pienso en todas las veces que discutía con alguien de la familia, amigos, etc. en realidad lo que hacíamos era que cada quien tenía una forma de pensar a la que se aferraba como si fuera la fuente de la vida inmortal, y el otro ni escuchaba lo que el de enfrente tenía que decir, más bien ya estaba pensando en el argumento siguiente que iba a decir para dar un golpe “letal” a la “discusion” y por supuesto con cada argumento el tono de voz se elevaba más y más hasta que alguien logra más poder que el otro y se acaba la dinámica. En ningún momento me imaginaba una mesa redonda donde exponíamos nuestras perspectivas y nos planteábamos preguntas. Por lo menos hasta entonces así había sido para mí.

Sin saberlo, mis compañeros se convirtieron en espejos terriblemente asertivos de algo que yo necesitaba mirar con atención. Eso me movió el piso completamente. Y ahora que vi estos documentales sobre la deficiencia de la educación en México me regresé inmediatamente a esos momentos donde con todo y haber logrado una educación superior, ante otros seres humanos con una formación diferente me sentí completamente deficiente.

Entonces decidí ponerme al día en lo que me faltaba. Yo también quería participar de esas discusiones. En parte porque me fascinaba la manera en que funcionaba toda la dinámica, en que todos escuchaban con atención cada argumento, en que cada argumento se complementaba y enriquecía refiriéndose a los anteriores, en que en realidad la discusión tenía como objetivo alzar más preguntas y comprender un tema desde más perspectivas, pues todas formaban parte del uno. Y por otro lado porque también me dí cuenta, que aunque habíamos tres latinoamericanas dentro del grupo, el estudio estaba tan centrado en Europa, que cuando comentábamos algo sobre América Latina, nadie podia seguir la conversación, más que las Latinas ahí presentes, porque simplemente para ellos el tema era desconocido. Ahí fue cuando me di cuenta de que si no nos involucrábamos nosotras mismas en los temas de la educación global, nadie nos iba a tomar en cuenta, porque nadie nos estaba mirando.

A ésta se sumaron otras experiencias que me comprobaron cada vez con más fuerza que la mayoría de los europeos no saben casi nada sobre nuestro continente Americano, y menos sobre América Latina. La mayoría piensan que México está en Sudamérica, osea ni siquiera nos podían ubicar geográficamente. Incluso uno de los profesores que dirigían éste máster, quién incluso se considera uno de los padres de la educación multilingual y multicultural en Alemania, le dijo a mi compañera boliviana que Bolivia tenía costa, y cuando mi compañera lo desmintió, no se retractó de lo dicho. Con esto no quiero decir que hay una mala intención, si no simplemente que en ese momento pasaron por mi cabeza todas las horas de clases que estudiamos en México sobre la historia europea, y no lograba comprender que los europeos no hicieron lo mismo con nuestro continente, y que la educación fuera tan eurocentrista. Pero en cierto sentido tenía mucha lógica porque si nosotros cuando estudiamos sólo los miramos a ellos e incluso los ponemos en un pedestal, y ellos sólo se miran a sí mismos (ahora bajo el manto de la EU), pues… ¿quién nos mirará a nosotros?

Nos estamos perdiendo de ésta interacción mundial por no mirarnos a nosotros mismos lo suficiente y bajo distintas perspectivas. Experiencias así me mostraron todo lo que yo como mexicana, podía aportar, y de cómo es en realidad imperativo que en México nos reconozcamos como una sociedad multicultural. Que permita más apertura, diferentes visiones y que promueva dichas interacciones bajo una educación de respeto y promoción a la diversidad humana. Nosotros somos los que tenemos que ser creadores de los contenidos que necesitamos para el bienestar de nuestra comunidad, si no lo hacemos, nadie lo hará por nosotros.

Uno de esos días de estudio, me subí a un autobús para ir a la biblioteca dondé prácticamente viví mientras escribía mi tesis. Al autobús se subió una señora de unos 35 años con sus dos hijitas rubias, de 6 y 3 años de edad aproximadamente, que en cuanto se sentaron notaron que alrededor de ellas se sentaban 4 mujeres de origen turco probablemente, que portaban en la cabeza una burca (lo cual es una señal de las mujeres de religión musulmana y de las cuales hay muchísimas en Berlín). Una de las niñas le pregunta a su mama: -Mamá, porqué esas mujeres usan la mascada en la cabeza?- a lo que la madre les respondió – Porque ellas practican otra religión y hablan con otro dios. Y la niña continuó – ¿Y cuántos dioses existen?- a lo que la madre respondió –¡uy muchos!, nosotros nos relacionamos con Jesús, pero existe también Shiva, Allah, y Kukulkán y por ahí en China hay otro, en realidad hay muchos- Y aunque yo no soy una persona religiosa, el simple hecho de observar ésta interacción me hizo darme cuenta de todo lo que aún hay por hacer. México es un país lleno de diversidad, y eso implica grandes retos pero también grandes oportunidades para crear distintos tipos de educación que promuevan el compartir del saber y que refleje lo que queremos ser. Para eso nos tenemos que preguntar primero a dónde queremos llegar. Solo así podremos crear una educación basada en las virtudes y no en las deficiencias y en la competencia.

En cuanto a mi propia historia, terminé mi maestría con excelencia, y aprendí mucho más de lo que incluso me había imaginado. Ahora vivo en Berlín, y realizo proyectos de intercambio entre Europa y América Latina.

Publicado en la edición de mayo de la revista Bicaalú

TWT: @Sashantia1

En los últimos tiempos las redes sociales han revolucionado la manera de comunicarnos e incluso de concebir el mundo. Temas como la protección de datos, la intimidad, la inmediatez de la comunicación, la capacidad de retención de la información, y la participación en temas de ciudadanía han cobrado un nuevo sentido.

Los blogs se han vuelto un medio de información oficial, más que las páginas oficiales del gobierno o de las empresas. En los países desarrollados el uso de las redes sociales ya no es una cuestión de lo que haga cada colaborador durante su tiempo de ocio. El uso y manejo de las redes sociales ha llegado a tal nivel, que a la hora de contratar al personal, ya no se les pregunta si conocen las redes sociales o si usan facebook, si no cuántos followers en Twitter tienen. Pero lo que hay que recordar es que las redes sociales son sólo una herramienta, como muchas otras, y que aunque puede ser muy poderosa no se escapa a los principios básicos de la comunicación humana, ni al hecho de que aunque México es uno de los países con más alto uso de Twitter, el porcentaje de personas que tienen acceso a las redes sociales sigue siendo muy reducido. De ese porcentaje de personas más del 80% las usan para actividades de ocio y recreación, lo cual nos lleva a preguntarnos de nuevo ¿cuál es el verdadero impacto que las redes pueden tener? y ¿cómo benefician las redes a la sociedad civil?

Detrás de las redes hay personas

En realidad el uso y aprovechamiento de las redes sociales tienen que ver más con el objetivo que los usuarios les dan. Durante las pasadas elecciones fuimos testigos de que a pesar de que la brecha digital en México sigue siendo arrolladora, una gran cantidad de ciudadanos se comunicaban a través de ellas con distintos objetivos. Uno de lo que más me llamó la atención fue el que ciudadanos de todas partes de la República Mexicana posteaban fotos de los resultados de las casillas para compararlas con los resultados del PREP. Ese hecho muestra el gran potencial de lo que la tecnología de hoy, la creatividad, y la participación ciudadana nos puede traer para el futuro. Pues las redes sociales, empleadas de manera estratégica pueden tener un impacto altísimo si se les da la proporción que tienen, pues facilitan la interconexión de ciudadanos con un mismo interés sin importar el lugar en el que se encuentren, para lograr un objetivo común. Esto es un gran paso para la construcción de ciudadanía porque facilita la interconexión y el acceso a la información de manera inmediata. Y es también la ventana para hacerse serias preguntas acerca de la legislación digital y los métodos de democratización de la información que se podrían llegar a dar en nuestro país. ¡Es la digitalización de la gobernabilidad!

Pero volviendo al perfil de uso, para lograr que ésa comunicación pase de un nivel inmediato y efímero, primero es necesario desarrollar la capacidad de construir relaciones reales con las causas, más allá de las redes, pues una cosa alimenta a la otra y viceversa. Segundo, también es necesario que al integrar los dispositivos móviles y las redes sociales al aprendizaje, conlleva la responsabilidad de educar a la población en las consecuencias del uso de la información, los términos de la privacidad, el respeto y el desarrollar una capacidad de análisis para filtrar la información. Y tercero, desarrollar estrategias para que la comunicación en las redes sociales realmente contribuya a alcanzar objetivos concretos. En el caso de las OSCs y los proyectos de construcción ciudadana, tomar en cuenta a la brecha digital. Por lo tanto, es absolutamente necesario también utilizar canales complementarios de comunicación más allá de las redes sociales y los medios masivos de comunicación. El contacto humano, presencial, en un país como el nuestro que tiene grados muy altos de exclusión social, es fundamental e insustituíble.

Por Julia Romero

@sashantia1

“México se ubicó en el lugar 53 en el Índice de Competitividad Global del Foro Económico Mundial (WEF, por su sigla en inglés) 2012-2013, cinco peldaños más frente al reporte del año anterior.

En la clasificación 2011-2012, México subió ocho posiciones revirtiendo su tendencia descendente en los últimos tres años y fue entonces la nación con el mayor avance en el continente americano, aunque todavía por debajo de la posición 52 que alcanzó en el 2007.

Lo anterior, nos dice que vamos por el camino correcto, aunque todavía hay mucho que hacer y rehacer para poder lograr el bienestar que aspiramos y deseamos. Debemos todos y cada uno de nosotros, involucrarnos más en las decisiones del Estado y del Congreso, a fin de empujar los cambios que se requieren en leyes y normas, por ejemplo; reducir nuestro marco regulatorio a favor de la atracción de inversiones, que generen fuentes de trabajo, que se traduzcan en mejores salarios que den familias más satisfechas y así lograr el bienestar común que todo país debiera aspirar.”

Por Alejandro Medina

La voz del cáncer 

Es el primer foro que se realiza en México para empoderar a los pacientes con cáncer. Es un foro organizado por un Comité de planeación, el cual es liderado por la Fundación Rebecca de Alba y más de 15 organizaciones expertas en la lucha contra el cáncer y cuenta con el apoyo de la Fundación Livestrong. El foro se llevará a cabo el próximo 21 y 22 de mayo en el Museo de Antropología de la Ciudad de México.

El cáncer es una enfermedad que se puede vencer a través de la prevención, la detección temprana y el tratamiento adecuado. Redes de Organizaciones de la Sociedad Civil en México (OSCs) han detectado diferentes formas de incidir en la política pública para que los métodos de prevención, detección temprana y los tratamientos disponibles sean aplicados, así como para informar a los pacientes sobre sus opciones y representar a los pacientes haciendo campañas de concientización sobre la enfermedad para prevenir la discriminación hacia los pacientes, así como para favorecer la creación de leyes y métodos que faciliten el acceso al diagnóstico oportuno y el tratamiento.

Pero ¿cuántas personas pueden acceder a los tratamientos si muchos hospitales no cuentan con los recursos e infraestructura mínimos necesarios para tratar esta enfermedad?

La Voz del Cáncer es un foro de pacientes que forma parte de un movimiento mundial y se ha realizado en países como Francia, Italia y Turquía. El Comité de Planeación, liderado por la Fundación Rebecca de Alba reune a OSCs a nivel nacional, Institutos Nacionales de Salud y a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos para la planeación y realización del Foro de Pacientes. El cual permitirá expresar las necesidades de los pacientes en términos de: calidad del tratamiento, prácticas, políticas y servicios disponibles en el país  y logrará generar más atención y recursos hacia el cáncer. Los pacientes tendrán la oportunidad de compartir sus historias, y eso permitirá humanizar las cifras y estadísticas sobre la enfermedad.

En una reunión pasada que tuvimos con COMESAMA, la Coalición Méxicana por la Salud Mamaria, la organización reportó, que en el caso del cáncer de mama, conocido como CaMa, uno de los problemas más graves, es que aunque los hospitales en México cuentan con la tecnología para realizar la detección temprana a través de mastografías, los equipos sólamente son utilizados a un mínimo de su capacidad, por diferentes motivos. Es por eso que las OSCs forman redes para procurar espacios donde se discutan estos temas y se propongan soluciones y planes de acción.

“Los pacientes en el sistema público de salud esperan largos periodos de tiempo para recibir los tratamientos especializados o tienen a menudo que viajar grandes distancias para tener acceso a los servicios de salud. La puesta en práctica inminente de un Plan Nacional de Salud hará que el cáncer sea considerado como una prioridad en nuestro país y así evitar perder sus activos más valiosos, su gente.”  (Patricia Herrera)

El objetivo del Foro es apoyar la creación de un Llamado a la Acción, un documento dirigido a los tomadores de decisiones en materia de salud en el país, el cual estará sustentado en la experiencia de los pacientes para así colocar al cáncer como una prioridad nacional e internacional. Entre los desafíos que enfrenta un paciente con cáncer es “la oración de la muerte” que desmoraliza a los pacientes que podrían recibir el tratamiento y recuperarla completamente. Otros desafíos incluyen la carencia del acceso a los servicios de salud, el estigma, las falsas ideas sociales sobre la enfermedad y sus implicaciones financieras.

Para más información sobre el foro haz click en www.foropacientesconcancer.com.mx

Asíste, forma parte, entérate, todos podemos contribuir a dar voz, a escuchar a ser parte de la solución, a prevenir.

Fuentes: Fundación Rebeca de Alba, COMESAMA

Después de interminables pláticas acerca del cabildeo y todos sus beneficios con las personas que compartimos nuestros sentires y pensares en este blog, decidimos abrir un espacio a la idea de que el cabildeo se encuentre en manos de los ciudadanos, de ahí el nombre del blog. Aunque ésta idea suena muy simple, en la realidad ciudadana de nuestro país no se refleja así. Y es que el cabildeo es la perfecta oportunidad para tomar acción, porque implica mucho conocimiento de la realidad política de un país, el saber tomar las oportunidades que presentan los cambios de gobierno, así como la disciplina de conocer cada documento que se emite junto con cada promesa de gobierno, entre otras cosas. El cabildeo también puede ser un arte, o por lo menos se podría considerar como el el arte de la comunicación política y los intereses privados. Pero he ahí la cuestión, el cabildeo, por lo menos en México, sigue siendo una actividad llevada a cabo por un grupo minoritario de personas, por lo tanto es un área enorme para explorar, y llena de oportunidades con un potencial enorme para la incidencia ciudadana. Y de ahí nació la idea de este blog. Para abrir discusiones acerca del cabildeo y llevarlas a la sociedad civil.

Los colaboradores de éste blog, estamos convencidos de que el cabildeo es una actividad que tiene que comenzar a estar en manos de la sociedad civil, y que eso implica ciudadanos comprometidos permanentemente, dispuestos a proponer y actuar en beneficio de la comunidad y comunidades que forman a un país.

Con esto dicho, damos la bienvenida a todos aquellos que visiten nuestro blog, en busca de respuestas acerca del cabildeo, o mejor aún, con más preguntas, que serán una fuente de inspiración para nosotros, para seguir explorando la relación entre cabildeo y ciudadanía participativa.

¡Bienvenidos!