El problema de la salud en México es multidimensional
A diferencia de los sexenios anteriores, la Secretaría de Salud federal ha asumido una política de mutismo en lo que va de esta administración. Temas relevantes como las epidemias o la necesaria reforma del sistema de salud han sido deliberadamente minimizados en la agenda pública. Sin embargo, los medios digitales brindan la oportunidad de dar visibilidad y atención a problemas que antes difícilmente trascendían. En años recientes hemos visto movimientos sociales reforzados en las redes sociales que han permitido conocer y mantener en la agenda pública situaciones a las que incluso los medios tradicionales no daban cobertura.
En las últimas semanas hemos visto el surgimiento de una manifestación social que ha logrado posicionarse en medios gracias a su presencia en redes. En esta ocasión tocó el caso de los médicos de Guadalajara quienes conformaron el movimiento #YoSoy17, el cual apoya a los 16 galenos que se encuentran en juicio acusados de negligencia médica ante una situación de emergencia y por no cumplir con los procedimientos burocráticos.
Esta situación pone nuevamente el dedo en la llaga de la burocracia y del rebase que muchas instituciones sociales viven en el país. El caso de la salud pública es un tema capital en razón de la importancia que representa que la población tenga acceso a servicios públicos de salud de calidad. El problema de la salud en México es multidimensional y puede ser abordado y analizando desde diferentes ópticas: el acceso, la infraestructura o desde las condiciones laborales de quienes trabajan en el sector. Todas estas dimensiones afectan el resultado final, que es la salud de los mexicanos, y todos son reflejo de la planeación y la ejecución de políticas específicas.
Si se habla de las condiciones laborales de los médicos es necesario recalcar la situación en las que éstos trabajan. En muchos puntos de contacto con el paciente, los médicos hacen lo que pueden con lo que tienen. En los últimos años las políticas de universalización de salud como el Seguro Popular han terminado por sobrecargar las ya de por sí sobredemandadas unidades de salud, dándole acceso a más y más pacientes sin que la infraestructura crezca en proporción de la demanda. Los grandes perdedores son los pacientes, pero tal como lo expone el #YoSoy17 los médicos también han resentido la burocratización del ejercicio médico por sobre la prestación del servicio.
En esta situación se encuentran también los recientes casos de negligencia en varios puntos del país que han costado la vida a derechohabientes o que han dejado sin atención a gente en situación de urgencia. Más allá de efectuar un enjuiciamiento a la parte más visible del engranaje de salud, es decir los médicos, es necesario repensar la política entera y sobre todo dar congruencia y viabilidad a un sistema que está rebasado en muchos niveles.
La adecuación consistente del sistema público de salud debe estar acorde a las exigencias y realidad del país, hecho que requiere la adecuación del marco jurídico y el otorgamiento de garantías a quienes laboran en él y, desde luego, a los pacientes. El movimiento #Yosoy17 sirve en el sentido de volver a discutir no tanto lo que queremos, en este caso, salud de calidad, sino la forma en que está construido un sistema y las carencias que presenta.